LATINOAMERICA

J. COBOS J. COBOS 19/06/2004
A finales de mayo, y unos días antes de que el primer mandatario chileno Ricardo Lagos visitara oficialmente nuestro país, desde la capital de la República, Santiagode Chile, saltaban a la prensa las declaraciones de su ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, advirtiendo a los empresarios españoles con intereses en aquel país andino que, si no estaban deacuerdo con las normas allí establecidas, tenían las puertas abiertas para marcharse. Las mismas tuvieron su origen en otras hechas con anterioridad por el gerente general de Endesa en Chile, Héctor López,quien había afirmado que su empresa iba a congelar sus inversiones porque se había transformado en un "país riesgoso".
Sin duda, el ministro chileno contestó rápidamente al envite del empresariadoespañol, en la medida en que son ellos quienes tienen que defender no solamente su patrimonio sino también el propio derecho de los chilenos. Desconozco lo hablado después en la Embajada de Chile enEspaña por el propio presidente Lagos en su entrevista con los representantes de las empresas españolas que tienen intereses en aquel país; lo mismo que también ignoro los posibles acuerdos a los quehayan llegado, aunque sí sé que los empresarios españoles ratificaron su intención de mantener sus inversiones o aumentarlas como en el caso de Telefónica. De cualquier forma, lo que sí me trajoinmediatamente a la memoria esta noticia fue la compleja trama de intereses que, no pocas veces, se mueven entre los políticos y el mundo empresarial, al igual que el papel que nuestro Gobierno juega junto aellas en el actual expolio de los países latinoamericanos. Aunque me imagino que sí, no sé realmente si cuanto acontece en Chile puede guardar algún tipo de relación con actuaciones similares enotros países latinoamericanos. Por ejemplo, en el caso de Argentina los empresarios españoles de Telefónica, Endesa, la Sepi, el BBVA, el BSCH y demás escualos de las finanzas globales, hace años que...