Latour

Latour: "Nunca fuimos modernos"
A partir de la comparación con la lectura del periódico a la que Latour llama "la oración del hombre moderno" pretende mostrar cómo se presenta "artículos híbridos" donde se combinan referencias a la ciencia, la religión, la política, etc. Se trata de artículos híbridos en los que naturaleza y cultura aparecen mezcladas. Más allá de las etiquetas "técnica","ciencia", "sociedades" que se le añaden a las distintas disciplinas (filosofía, sociología, antropología, etc) se trata de introducir el concepto de híbrido cuyo vehículo es la noción de traducción o de red: "más flexible que la noción de sistema, más empírca que la de complejidad, mas histórica que la estructura, la red es el hilo de Ariadna de esas historias mezcladas" (pag 18). Sin embargo esostrabajo siguen siendo incomprensibles formando parte de categorías usuales como la naturaleza, la política o el discurso.
La propuesta de Latour es superar las divisiones de lo que hace al universo de lo social por un lado y lo no social, por el otro. No se trata de que ver a la ciencia como una reducción a los intereses políticos. Si los hechos no ocupan el lugar marginal y sagrado que le reservannuestras adoraciones, ahí los tenemos reducidos a meras contingencias locales. Sin embargo no hablamos de contexto social y de los intereses de poder, sino de su inclusión en las comunidades y los objetos. Tanto el contexto como el ser humano resultan redefinidos.
Cuando escribo sobre la domesticación de los microbios por Pasteur, lo que movilizo es la sociedad del siglo XIX y no sólo lo semióticode los textos. Hay una retórica, una estrategia textual pero que de una forma nueva conecta a la vez la naturaleza de las cosas y el contexto social, sin reducirse ni a una ni a otro.
Nuestra vida intelectual está muy mal hecha. La epistemología de las Cs. Sociales, las ciencias del texto, cada una tiene su casa propia, pero con la condición de ser distintas. El agujero de ozono, las leyesmorales del corazón, el texto autónomo, por separado, pueden atraer a nuestros críticos. Pero unir el cielo, los textos, la industria, la ley moral, eso es lo que sigue siendo ignorado, indebido, inaudito.
La crisis de la crítica
Los críticos desarrollaron tres repertorios distintos parea referirse a nuestro mundo: la naturalización, la socialización, la deconstrucción
Nuestra vida intelectual siguesiendo reconocible mientras los epistemólogos, los sociólogos y los deconstruccionistas permanezcan a distancia conveniente, nutriendo sus críticas con la debilidad de los otros dos abordajes: desarrollen la ciencia, analicen los entramados de poder, rechacen la creencia en una realidad pero no mezclen los enfoques. Hay dos posibilidades: o bien las redes que hemos desplegados no existen y loscríticos tiene razón para separar los estudios en conjuntos distintos (hechos, poder, discurso); o bien las redes existen y atraviesan las fronteras de la crítica, y no son ni objetivas ni sociales ni efectos del discurso, al mismo tiempo que son reales, colectivas y discursivas. Los hechos científicos están construidos pero no pueden reducirse a lo social porque éste está poblado de objetosmovilizados para construirlo. El agujero es demasiado social y demasiado narrado para ser realmente natural. Las redes son demasiado reales como la naturaleza, narradas como el discurso, colectivas como la sociedad ¿Debemos abandonarlas dejándolas al discurso de la crítica?
Este dilema carecería de solución si la antropología no nos hubiera enseñado a tratar sin crisis ni crítica el tejido sin costura delas naturalezas-culturas. Tomando el ejemplo de etnografías clásicas: "hasta el más racionalista de los etnógrafos, enviado a tierras lejanas, era capaz de relacionar en una misma monografía los mitos, las formas políticas, la religión y los rituales de los pueblos que estudiaba". Las cosmologías, las formas de las casas, los cultivos, las formas de gobierno, no hay un elemento que no sea...