laudato si
conocemos una parte de la realidad,no existen el “sabelotodo”
sino quesomos seres inacabados y que continuamente estamos aprendiendo. Aunquetengamos un nivel de competencia mayor a otras personas debemos dejar quenos cuestionen porque somos sujetos enseñantes y aprendientessimultáneamente. Por otra parte adoptar una actitud de humildad esreconocernos a nosotros mismos y a los demás como personas es abrir caminopara los nuevosconocimientos, obligándonos a revisar nuestros conocimientosprevios. A la humildad se le suma la amorosidad con la que se relaciona la maestra consus alumnos y sobre todo con el trabajo en si, porque ser docente no significael simple hecho de tener un título y no tiene sentido estudiar años pararecibirse si después no lo vamos a hacer con amor, el título lo que hace másque nada es habilitar al docentepara ejercer esa profesión. El amor tiene quever con la pasión por educar que es lo que le da sentido y sobre todo el valorpara afrontar las dificultades que se les presenta en lo cotidiano y queinterfieren en su práctica docente. Hay que reconocer que los alumnos sonsujetos que vienen a los centros de enseñanza a aprender y no tienen la culpade las negatividades que afronta la educación. Eldocente progresista ama lo que hace y lucha por sus derechos, no por esto abandona a sus alumnos. Losderechos que como todo ciudadano puede denunciar y hacer que se respeten.De ese amor luchador del educador se desprende otra cualidad que es lavalentía, el docente debe de tener una fuerza de voluntad que lo ayude apelear por su sueño. Esa valentía enseña a que el docente pueda defenderse yasí puedadominar el miedo. Pero ser valiente no es una tarea sencilla, es teneruna conciencia recta y asumir los errores, es decir afrontar las consecuenciasde mis actos ya que las mismas a veces pueden ser duras. La valentía noasegura el éxito inmediato pero a la larga tiene resultados positivos. Es muyimportante asumir que tenemos miedo porque a partir de ahí vamos a poderreflexionar a cerca de que opciónes la mejor para enfrentar ese miedo. Esimportante que el docente pueda manejar el miedo y adquirir la experiencianecesaria como para correr cada vez menos riesgos y así ir construyendo másvalentía, porque no hay miedo sin valentía, todo sea por alcanzar su sueñopolítico algo que vale realmente la pena.Por otra parte se señala en esta carta a la tolerancia como otra cualidad ovirtud que tiene quetener el docente para poder actuar en un clima dedemocracia. Es la responsabilidad del docente de que haya tolerancia en elsalón de clases, el mismo debe transmitir a sus alumnos respeto hacia lasdiferencias culturales, de raza, religión, etc. Sobre todo debe aceptar losdefectos y virtudes de sus alumnos. Ser tolerante no significa dejar que nosdesvaloricen, avergüencen o nos humillen, sino deponer límites y hacer que serespeten, así como tampoco debemos dar permiso a las injusticias. Para quehaya un clima de tolerancia en el salón todos deben de conocer los derechos ydeberes de cada uno aceptar la diversidad, aprender a escuchar, dejar losprejuicios de lado. Todo autoritarismo es provisto de prejuicios que no nos dejaver más allá y que no reconoce que somos inconclusos.El autor agrupa...
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