Laverinto de la soledad
Su origen se remonta a costumbres visigodas, y mediante ella se dictaminaba, atendiendo a supuestos mandatos divinos, la inocencia o culpabilidad deuna persona o cosa (libros, obras de arte, etc.) acusada de pecar o de quebrantar las normas jurídicas.
Consistía en pruebas que en su mayoría estaban relacionadas con el fuego, tales como sujetarhierros candentes o introducir las manos en una hoguera. En ocasiones también se obligaba a los acusados a permanecer largo tiempo bajo el agua. Si alguien sobrevivía o no resultaba demasiado dañado, seentendía que Dios lo consideraba inocente y no debía recibir castigo alguno.
Las ordalias o «juicios de Dios» eran ni mas ni menos que aquellas pruebas que, especialmente en la Edad Mediaoccidental, se hacían a los acusados para probar su inocencia. El origen de las ordalías se pierde en la noche de los tiempos, y era corriente en los pueblos primitivos, pero fue en la Edad Media cuando tomóimportancia en nuestra civilización.En el lento camino de la sociedad hacia una justicia ideal la ordalía representa el balbuceo jurídico de hombres que se esfuerzan por regular sus conflictos medianteotro camino que no sea el recurso de la fuerza bruta, y en la historia del derecho es un importante paso hacia adelante.Hasta entonces lo que imperaba era la ley del más fuerte, y si bien con laordalía la prueba de la fuerza continúa, se coloca bajo el signo de potencias superiores a los hombres.Varios eran los sistemas que se usaban en las ordalías. La ley germánica precisaba que esta forma decombate era consentida si la disputa se refería a campos, viñas o dinero, estaba prohibido insultarse y era necesario nombrar dos personas encargadas de decidir la causa con un duelo.La ordalía por...
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