lazarillo de tormes tratado informacion detallada
Nos hicieron amigos la mesonera y los que allí estaban, y con el vino que para beber le había traído, me lavaron la cara y lagarganta. Sobre el asunto comentaba el mal ciego gracias y chistes, diciendo:
-- En verdad, más vino me gasta este mozo en lavatorios al cabo del año, que yo bebo en dos. Por lo menos, Lázaro, debes más al vino que a tu padre, porque él una vez te engendró, mas el vino mil veces te ha dado la vida.
Y luego contaba cuántas veces me había descalabrado y arañado la cara y luego sanaba convino.
-- Yo te digo -- dijo -- que si un hombre en el mundo ha de ser bienaventurado con vino, serás tú.
Y reían mucho los que me lavaban con esto, aunque yo renegaba. Mas el pronóstico del ciego no salió mentiroso, y muchas veces me acuerdo ahora de aquel hombre, que sin duda debía tener espíritu de profeta, y me lamento los sinsabores que le hice, aunque bien se lo pagué, considerando lo queaquel día me dijo salirme tan verdadero como adelante Vuestra Merced oirá.
La relación está clara. Otras predicciones del ciego no resultan tan claras a primera vista, pero no deben presentar dificultades insalvables:
1. La predicción acerca de las sogas
Lázaro y el ciego, en el Tratado Primero:
"Yendo una vez por debajo de unos soportales, en Escalona, pasamos ante la casa de un zapatero,donde había muchas sogas y otras cosas que de esparto se hacen, y parte de ellas dieron en mi amo en la cabeza. El cual, alzando la mano, tocó en ellas, y viendo lo que era díjome:
-- Anda presto, muchacho, salgamos de entre tan mal manjar, que ahoga sin comerlo.
Yo, que bien descuidado iba de aquello, miré lo que era, y como no vi sino sogas y cinchas que no eran cosas de comer, díjele:-- Tío, ¿por qué decís eso?
Respondióme:
-- Calla sobrino, según las mañas que llevas, lo sabrás y verás como digo verdad."
Lázaro, de pregonero, en el Tratado Séptimo, entiende ahora la predicción del ciego:
"Así pues, tengo cargo de pregonar los vinos que en esta ciudad se venden, y las almonedas y cosas perdidas, acompañar los que padecen persecuciones por justicia y declarar avoces sus delitos: pregonero, hablando en buen romance.
En el cual oficio, un día que ahorcábamos un apañador en Toledo, y llevaba una buena soga de esparto, conocí y caí en la cuenta de la sentencia que aquel mi ciego amo había dicho en Escalona, y me arrepentí del mal pago que le di, por lo mucho que me enseñó. Que, después de Dios, él me dio industria para llegar al estado que agora estoy."2. La predicción acerca del cuerno
Lázaro y el ciego, en el Tratado Primero:
"Y ansí pasamos adelante por el mismo portal y llegamos a un mesón, a la puerta del cual había muchos cuernos en la pared, donde ataban los recueros sus bestias, y como iba tentando si era allí el mesón adonde él rezaba cada día por la mesonera la oración de la emparedada, asió de un cuerno y con gran suspiro dijo:-- ¡Oh, mala cosa, peor tienes la hechura! ¡De cuántos eres deseado poner tu nombre sobre cabeza ajena y de cuán pocos tenerte ni aun oír tu nombre por ninguna vía!
Como le oí lo que decía, dije:
-- Tío, ¿qué es eso que decís?
-- Calla, sobrino, que algún día te dará éste que en la mano tengo, alguna mala comida y cena.
-- No la comeré yo -- dije -- y no me la dará.
-- Yo te digoverdad; si no, ya lo verás si vives."
Lázaro, de pregonero, en el Tratado Séptimo, entiende ahora la predicción del ciego:
"Mas malas lenguas, que nunca faltaron ni faltarán, no nos dejan vivir, diciendo no sé qué y sí sé qué de que ven a mi mujer irle a hacer la cama y guisarle de comer. Y mejor les ayude Dios que ellos dicen la verdad.
Aunque en este tiempo siempre he tenido alguna...
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