Lazarillo de Tormes



















































Tratado Primero
Comprenda nuestra merced que yo soy Lázaro de Tormes, hijo de Tomé González y de Antona Pérez, nacido en Tejares, aldea de Salamanca. Mi nacimiento fue dentro del río Tormes, por esta razón mi sobrenombre. Mi padre trabajaba llevando trigo a un molino a la orilla de ese río. A los ocho años, mi padre fue acusado de robo y obligadoa servir a un caballero en contra de los moros. Durante la expedición perdió su vida.
Mi madre decidió ir a vivir a la ciudad, donde les cocinaba a los estudiantes, y lavaba la ropa de caballos del Comendador de la Magdalena. Ella comenzó a salir con un mozo negro llamado Zaide. Que al principio temía de su presencia, por el color y sus gestos. Acepte la relación entre ellos porque observe que éltraía mejor comida a la casa y madera para calentarnos. Luego tuve un hermanito muy bonito y negro por parte de mi madre.
Posteriormente Zaide fue acusado de robo, y fue  estrictamente castigado con azotes. Mi madre también fue sancionada con azotes, pero con la orden de que no refugiara en su casa a  Zaide. Ella se esforzó y cumplió la sentencia; y para evitar el peligro, se fue a servir a losque vivían en la posada de la Solana; y allí, terminó de criar a mi hermano y a mí.
En este tiempo conoció a un ciego, el cual, mi madre me recomendó a él para que lo ayude, el decidió que sí, así comencé a guiar y a servir a mi nuevo jefe.
Como mi jefe no estaba contento con las ganancias decidió irse de Salamanca;  antes de marcharnos fui a visitar a mi madre para despedirme y llorando me da subendición.
Comenzamos nuestro camino, y en muy pocos días me enseño jerigonza, y como veía que yo aprendía rápido dijo: "Yo no te puedo dar ni oro ni plata, pero consejos para vivir te voy a enseñar."
Él era una persona muy astuta, en su oficio era un águila; un rostro humilde y devoto. Además tenía otras mil formas para sacar el dinero.
Y con todo lo que obtenía, jamás vi un hombre tan avaro ytacaño, tanto que me mataba a mí de hambre y no me daba de lo necesario para vivir.
El traía mucha comida en un saco con una argolla de hierro y un candado para que no le quite nada; y a mí me daba una miseria; cuando lo cerraba y se descuidaba yo lo rompía y le robaba comida, luego lo volvía a coser para que no lo notara; en otras ocasiones solía robarle monedas.
En una ocasión hice un agujero enuna jarra de vino de la cual él estaba tomando y empecé a beber a escondidas, cuando el ciego se enteró, lo disimulo hasta el día siguiente, en el momento en que fui a tomar me golpeo con la jarra de vino dejándome la cara toda lastimada.
Desde entonces este empezó a golpearme y maltratarme más seguido, sin razón alguna, y en consecuencia tuve mucha rabia tanta que en venganza empecé a llevar alciego por los peores lugares con intención de hacerle daño.
Y para que vea V.M lo astuto que era el ciego, contaré un caso de los muchos que me ocurrieron. Cuando salimos de Salamanca nos dirigimos a Toledo porque él decía que había gente adinerada; y en donde recibía hospitalidad y ganancias nos quedábamos, donde no, al tercer día nos íbamos. Sucedió que un día llegando a Almorox estaban recogiendouvas y  le regalan un racimo de uvas, que decidió compartirlo conmigo,  diciéndome y condicionándome de que íbamos a comer las uvas de una en una pero él empezó a empuñar de a dos y yo al ver esto empiezo a agarrar de a tres. Resulta que el ciego se percató de lo que yo estaba haciendo y me denunció increpándome, y yo le respondí negando todo; por lo que aclaró diciendo:
- ¿Sabes por qué veo quecomiste las uvas de tres en tres? Cuando yo las comía de dos en dos, tú no decías nada.
Al escuchar eso me di cuenta de que mi silencio me había delatado de manera que no le respondí.
En otra ocasión me hizo vomitar una longaniza que le había hurtado e intercambiado por un nabo pequeño. Después del ocurrido suceso el ciego no paraba de golpearme y de contar a todas las personas mis malas...