Lazarillo De Tormes
Lectura y análisis de la obra: Prólogo.
1) ¿En qué persona gramatical está narrado? ¿A quién se refiere con V. M?
2) ¿Cómo aparece Lázaro aquí?
3) ¿Qué pedido le realiza a su receptor?
1- Se encuentra narrado en la primera persona del singular. Se refiere al que le encargó el escrito de la obra.
2- Aparece como una persona que no recibió educación en lo absoluto, como un campesino o algoasí.
3- Le ruega que reciba el escrito y que con ello lo haga más rico.
Tratados.
1) Enumera cada uno de los amos que aparecen.
El ciego, el clérigo, el escudero. El fraile de la Merced. El buldero. El capellán, maestro de pintar panderos. El alguacil.
2) a-Con el ciego:
“Él traía el pan y todas las otras cosas en un fardel de lienzo que por la boca se
cerraba con una argolla de hierro y sucandado y su llave, y al meter de todas las
cosas y sacallas, era con tan gran vigilancia y tanto por contadero, que no bastaba
hombre en todo el mundo hacerle menos una migaja; mas yo tomaba aquella
lacería que él me daba, la cual en menos de dos bocados era despachada.
Después que cerraba el candado y se descuidaba pensando que yo estaba
entendiendo en otras cosas, por un poco de costura, que muchasveces del un
lado del fardel descosía y tornaba a coser, sangraba el avariento fardel, sacando
no por tasa pan, mas buenos pedazos, torreznos y longaniza; y ansí buscaba
conveniente tiempo para rehacer, no la chaza, sino la endiablada falta que el mal
ciego me faltaba.
Acaeció que llegando a un lugar que llaman Almorox, al tiempo que cogían las
uvas, un vendimiador le dio un racimo dellas enlimosna, y como suelen ir los
cestos maltratados y también porque la uva en aquel tiempo esta muy madura,
desgranábasele el racimo en la mano; para echarlo en el fardel tornábase mosto, y
lo que a él se llegaba. Acordó de hacer un banquete, ansí por no lo poder llevar
como por contentarme, que aquel día me había dado muchos rodillazos y golpes.
Sentamonos en un valladar y dijo:
“Agora quiero yo usarcontigo de una liberalidad, y es que ambos comamos este
racimo de uvas, y que hayas dél tanta parte como yo.
Partillo hemos desta manera: tú picarás una vez y yo otra; con tal que me prometas
no tomar cada vez más de una uva, yo haré lo mesmo hasta que lo acabemos, y
desta suerte no habrá engaño.”
Hecho ansí el concierto, comenzamos; mas luego al segundo lance; el traidor
mudó de propósito y comenzóa tomar de dos en dos, considerando que yo debría
hacer lo mismo. Como vi que el quebraba la postura, no me contente ir a la par
con él, mas aun pasaba adelante: dos a dos, y tres a tres, y como podía las comía.
Acabado el racimo, estuvo un poco con el escobajo en la mano y meneando la
cabeza dijo:
“Lázaro, engañado me has: juraré yo a Dios que has tu comido las uvas tres a tres.”
“No comí -dijeyo- mas ¿por que sospecháis eso?”
Respondió el sagacísimo ciego:
“¿Sabes en que veo que las comiste tres a tres? En que comía yo dos a dos y
callabas.”, a lo cual yo no respondí.”
Con el clérigo:
“Mas como la hambre creciese, mayormente que tenía el estomago hecho a más
pan aquellos dos o tres días ya dichos, moría mala muerte; tanto, que otra cosa no
hacía en viéndome solo sino abrir y cerrar elarca y contemplar en aquella cara de
Dios, que ansí dicen los niños. Mas el mesmo Dios, que socorre a los afligidos,
viéndome en tal estrecho, trujo a mi memoria un pequeño remedio; que,
considerando entre mi, dije:
“Este arquetón es viejo y grande y roto por algunas partes, aunque pequeños
agujeros. Puédese pensar que ratones, entrando en él, hacen daño a este pan.
Sacarlo entero no es cosaconveniente, porque vera la falta el que en tanta me
hace vivir. Esto bien se sufre.”
Y comienzo a desmigajar el pan sobre unos no muy costosos manteles que allí
estaban; y tomo uno y dejo otro, de manera que en cada cual de tres o cuatro
desmigaje su poco; después, como quien toma gragea, lo comí, y algo me
consolé. Mas él, como viniese a comer y abriese el arca, vio el mal pesar, y sin
dubda creyó...
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