Lazzo del Correo

El correo

Acción general: los cuatro Enamorados están en la piazza. Los caballeros literalmente; ellas en su respectivo balcón.

1. Introducción
B: ¡Ah! Qué bonito es no hacer nada y luego ponerse a descansar… pocas veces tiene Mí ese gusto… siempre robando y timando, Mi, me canso mucho. Leamos las cartas de los cuatro señoritos… amada Isabella… blablá… en la piazza a las cinco… huyamosjuntos… vístete de (cualquier color) para reconocerte.
(al público)
Se está poniendo bueno… veamos una más y luego Mi, me echaré un sueñecito… así que no me molesten. ¿La que me ha llegado, o mejor otra de los señoritos?... ¡Las de ellos siempre son más interesantes! Veamos: En la piazza a las cinco… necesito verte… te amo con locura… vístete del color que acordamos… En fin, mejor será dormir…esos chicos no saben qué delicia es andar soltero y en correrías cuando se le antoja a uno.

2. Los recados de Isabella
I (escribiendo): Amado mío, me es imposible decirte lo mucho que me sorprendió saber que estarías en la ciudad… me asombró saber que tú te veías igual que cuando nos separamos… no puedo esperar a verte. A las cinco en la piazza, con los colores que acordamos…
(a Brighella, quese ha recargado en la pared para dormir y ahora pega un salto de gato espantado)
¡Brighella! Buen día, Brighella.
B (molesto por la interrupción pero educado): Buen día, signorina. ¿En qué puede Mi servirle?
I: Es preciso que busques a Orazio. Llévale esta carta, te lo ruego. En ella va mi vida entera.
B: Está bien, signorina; Mi, no la defraudará. Estése confiada.
(sale en busca de Orazio yes interrumpido por Flaminia)

3. Los recados de Flaminia
F: ¡Brighella! ¡Brighella!
B: Signorina… ¿qué se le ofrece?
F: Brighella… he ezcribido una… una… ¿corta?... una… ¿cierta?... una ¿cancha?... ¿chancha?... una… ¿puerca?... una… ¿puerta?... ¿una tarta?...
B: ¿Otra carta?
F: ¿Cómo ‘otra’? ¿Ez que acazo haz venido antez?
B (mosqueado): No, signorina. Deme la carta. ¿Para su enamorado?
F(le da la carta): ¿Cómo lo zabez? ¿Erez gitano o algo azí? ¿Brujo? (se queda pensando) ¿Zubiríaz a leerme la mano?
B (tratando de abrir la carta de Flaminia): Signorina, Mi, no sé leer en lo absoluto…
F: ¿Y entoncez por qué no eztáz corrigiéndome como Izabella?
B: Porque de verdad no sé leer. Mi, jamás he tenido tiempo de ir a la escuela. Mi, he tenido que robar… ejem, trabajar para vivir.Desde pequeño.
F (lanzándole una bolsita con monedas): Anda, pequeño. Te alcanzará para una semana…
(Brighella hace caras burlonas por lo de ‘pequeño’; se va, cuidando la bolsa y leyendo las cartas de las chicas también; de pronto, saca la suya y la lee)

4. Confusión
B: ¡San Pifas, patrón de los ladrones verdes…! Se han llevado a Celega y a Fiorinetta… la vieja a Mi no me importa peroFiorinetta no… ¿de dónde va a sacar Mi para comer hasta que las suelten?
O: ¡Brighella! ¡Qué bueno verte!
B: ¿Qué tiene eso de bueno, signorino?
(rompe a llorar, cubriéndose la cara)
O: ¿Pero qué te pasa? ¿Penas de amores? Ah, hombre, si supieras todas las que he pasado desde que me separé de Isabella… malhaya el día en que me fui a estudiar a París… creo que jamás volveré a verla… se me rompe elcorazón… cuánto quisiera poder saber de ella otra vez…
(Brighella sigue llorando y le tiende la carta sin fijarse)
O: En la piazza a las cinco… necesito verte… te amo con locura… (a Brighella) Mil gracias, hombre. No sabes lo feliz que me haces…
(Brighella tiende una mano sin dejar de llorar; Orazio paga; se repetirá hasta que Brighella se despida con la mano, y Orazio saldrá)
(Florindo choca conBrighella, que tira una carta y sin querer la pisa; se rompe el sello; él se molesta y la guarda de nuevo)
Fl: ¡Hey, bestia bigotona, fíjate por dónde cuernos vas! Aún sin noticias de Flaminia, ¿eh?
(Florindo voltea a componerse un hilo del traje y Brighella, recuperando la compostura, intenta sacar el cuchillo antes de acordarse de que sólo es un niño estúpido quien le habla)
Mira que es...