LECTOR LUDENS

Markson, David. La soledad del lector. Buenos Aires La Bestia Equilátera. 2012. 256 páginas.
(ISBN 978 – 987 – 1739 – 18 – 9).

Transición curiosa la de Markson, que empieza su casi inadvertida actividad literaria escribiendo bajo el amparo de un género tan seguro e inmediatista como el western/policial para, de pronto, terminar, habiéndose probado a sí mismo y visto de cerca la fatuidad delaparato difusor de “cultura” y entretenimiento – una de sus novelas fue adaptada al cine con, para él, nefastos resultados - convertido en una suerte de experimentor del lenguaje. Pionero e infravalorado, según algunos de los que tuvieron acceso a su obra, sabía que su peculiarísimo estilo, maniaco, obsesivo, como de nerd de biblioteca, no le granjearía demasiado reconocimiento; sin embargo, seequivocó: su escritura a modo de collage, laberíntica y erudita le cosechó un nutrido grupo de fieles que consiguieron hacerle un hueco en los escaparates de más de una librería a nivel mundial. Y es que su tetralogía, encabezada por “La soledad del lector” (1996) y continuada formidablemente por “Esto no es una novela” (2001), “Punto de fuga” (2004) y “La última novela” (2007), constituye unparangón de lo que representa la novela de nuestro tiempo por un conjunto de novedosas razones que, dado el parecido estructural entre los textos mencionados, puede ser enunciado valiéndonos de apenas uno. En este caso, “La soledad del lector”.

Aquí se presenta lo complicado. Es apenas posible realizar una conceptualización certera de algo tan inasible como el libro de Markson. Describirlo,¡segmentarlo!, mencionar tópicos, temas, en fin… Inscribirlo dentro de los límites analíticos de una novela tradicional constituye un despropósito precisamente porque nos encontramos ante un texto que escapa a cualquier estructura conocida y es, por tanto, inclasificable. El argumento aparece apenas esbozado, desdibujado a modo de hipótesis de lectura que nos lleva a conjeturar sobre su naturaleza ; de igualmodo, sus personajes que, junto con la trama, aparecen de a pocos, asomándose entre la multitud de citas, referencias culturales, misceláneas, frases sueltas y pedazos de libreto que nos advierten de la presencia de tres entidades – lo que no implica necesariamente la presencia de tres personas distintas - unidas simbióticamente en una relación de causa – efecto: el Narrador/Autor, del que nollegamos a saber con claridad la filiación, ni siquiera si todas sus intervenciones le pertenecen; el Lector, que puede llegar a identificarse con el Narrador/Autor, empeñado en escribir una novela - y se erige como una especie de alter ego de este – ; y el Protagonista, personaje en formación, que comparte sospechosamente muchos datos con el Autor y al que el Narrador dota de los recuerdos y lasexperiencias del Lector para hilar subrepticiamente la trama, cuya construcción supone otro escollo a superar en la medida que, como se mencionó con anterioridad, aparece apenas como posibilidad y, ni siquiera cuando el libro termina, consigue situarse en uno de los espacios citados por Markson (playa o cementerio), ni establecer hasta qué punto son importantes cuestiones como las experienciasprevias del Protagonista, la naturaleza de lo escrito, su relación con los otros personajes, etcétera; no obstante poseer un carácter autorreferencial que intenta, a medida que avanzan las páginas, definirse a sí mismo desde el interior. Así, hallamos fragmentos como “¿Una novela de referencias y alusiones intelectuales, por así decirlo, pero sin casi nada de novela?” (p. 80) o, este,particularmente más de mi agrado:

“El Lector y esa idea suya.
El Lector y su mente llena de confusión.
¿Qué es una novela [,] en todo caso?
¿O es que [,] de alguna manera [,] después de todo [,] está pensando en una autobiografía?”
(p. 16)

Asimismo, el devenir experimental de los personajes y su búsqueda de identificación con una estructura argumental se desarrollan en el marco de una serie de temas...