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Este pluralismo sobrevivió a la conquista y a pesar de la integración posterior de diversos pueblos bajo el nombre de naciones independientes, siguió existiendo en un sustrato un poco invisible ante los ojos de quienes querían que los estados latinoamericanos estuvieranunificados bajo un mimo nombre, emblema y pasado.
Aparte de las diferencias étnicas actuales que tienen los países latinoamericanos, podemos destacar la población, el territorio, los contextos, las actividades de subsistencia, el desarrollo histórico y la conformación actual. Como menciona el autor, las historias particulares de cada país latinoamericano han producido modelos diferentes de culturasnacionales, las cuales se han adoptado o rechazado por distintas naciones, resultando algunas de ellas en naciones mestizas o naciones que rechazan el mestizaje.
En los estudios sobre pluralismo cultural los campesinos han llamado mucho la atención como objeto de estudio, por tratarse muchas veces de poblaciones con marcados rasgos indígenas (morfológicos y culturales), pero en dichos estudios lasdimensiones económicas fueron las predominantemente estudiadas. A pesar de ello, las sociedades campesinas siempre se han tratado de explicar con respecto a su contraparte, la sociedad urbana, resaltando los contextos en los cuales habitan cada una de ellas, las carencias e infraestructura que permean sus realidades cotidianas así como el aislamiento que tiene una de la otra, sin enfocarse enestudiarlas por sus implicaciones como fenómeno.
Lectura 3Dentro de este dicho nacionalismo, se encuentran demandas de pueblos no occidentales, demandas que no pueden ser consideras como “una amenaza a la cultura occidental, sino como un llamado a la vigencia universal de la misma.”[6] Demandas que se enarbolan, según el doctor Zea, frente a los que se considera sus más legítimos herederos de lacultura occidental. Demandas que no piden nada que no esté establecido y reconocido por esta misma cultura.
Sin embargo, existe una cierta amenaza a la cultura occidental, amenaza que provoca una innegable crisis que se expresa en la filosofía europea. Esta amenaza, bien lo apunta el autor, es al viejo espíritu exclusivista. Espíritu que niega el reconocimiento de derechos que anteriormente sereclamaban para sí. Un exclusivismo “que hace de la ciencia de nuestro tiempo, llamada a ampliar las posibilidades de la humanidad, un simple instrumento al servicio de unos cuantos intereses y unos cuantos hombres”.[7]
La occidentalización ha trascendido sus propias matrices, y los pueblos y culturas han transformado esto en algo propio que abarca todos los campos de la vida. Por este motivo,es necesaria una tarea de ajuste. Para el doctor Leopoldo Zea “deben ser ajustados los intereses concretos de los pueblos y hombres que han hecho posibles la cultura occidental con la realidad que su acción ha originado”[8].
Es decir, que este espíritu exclusivista, que de tanto se habla, se encuentra en crisis, por tal motivo se debe o, mejor aún, se exige un reacomodo a la realidad que se...
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