Lectura agil

En un ensayo de 1930 titulado Nuevos tempi, el filósofo y compositor T. W. Adorno ya abogaba por un principio de aplicación universal: el empleo de tiempos más rápidos en la ejecución de músicaantigua. Desde luego, podría discutirse al infinito la completa generalización de ese principio, pero es difícil no acordar con la idea en lo que hace al repertorio sinfónico coral. Y sin duda uno de losgrandes aportes de la "escuela historicista" tiene que ver con este punto (punto que al menos en la ejecución de Bach parece más decisivo que la fecha del instrumento): los tiempos más rápidos hacen lanarración más palpitante.

La Pasión según San Juan que acaba de dirigir Mario Videla en el Auditorio de Belgrano no es ajena a estos principios. La lectura es ágil, dinámica; la obra no "cae" enningún momento. Como en otras presentaciones de Festivales, la estratégica figura del narrador (Evangelista) ha sido confiada a un especialista del extranjero. Esta vez no fue el magistral Gerd Türk detemporadas anteriores, aunque la elección de Christophe Einhorn (de Estrasburgo) no fue menos acertada, tanto en sus acentos dramáticos como en su gran línea de canto.

Al Evangelista no le faltóbuena compañía. El reparto reunió a distinguidos cantantes locales, con el novedoso plus del contratenor Franco Fagioli en el lugar de la voz grave femenina. Lo completaron la soprano Silvina Sadoly,el tenor Pablo Pollitzer y los barítonos Alejandro Meerapfel y Sergio Carlevaris (Jesús). La actuación fue muy pareja, aunque es inevitable destacar la performance musical y expresiva de Fagioli en laextraordinaria aria de la tercera parte "Consumado es", un auténtico punto culminante en La Pasión según San Juan; como también la bellísima intervención de Sadoly en la última aria de esta obra("Deshácete, corazón mío"); y antes que esos números, el aria para bajo con coral (la nø 60, "Mi caro salvador, dejame preguntarte") que interpretó admirablemente Meerapfel sobre un expresivo y exacto...