Lectura analisis

“Estudiante: Mi nombre es difícil recordar, pero mi número lo tiene en su lista. Soy el número 10. Ese día, como todos los días de clase, estaba usted frente al tablero,¡Seguro de sí mismo!, era uno de esos días en que todo había salido mal y usted nos reprochaba con su acostumbrada frialdad…

Profesor: ¡Perdone mis fallas!, pero es que hoy no meencuentro en condiciones para el examen de filosofía…! No me importan los problemas que fuera del aula puedan afectarlos. ¡Soy el profesor y no su papá! Pido respeto por lamateria que enseño y mi deber es que ustedes aprendan. Quiero respuestas no excusas. A la hora de calificar lo he de hacer con nota justa, no puedo no debo llenar mi libreta coninterrogantes.
“Quiero respuestas, no excusas”







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Estudiante: ¡Necesito ayuda! Por un lado está Nietzsche y por otro los padres de la iglesia y yo estoyen medio si saber qué hacer…….
Profesor: Ayúdate a ti mismo, yo me hice solo y no fue nada fácil.
Estudiante: No lo parece.
Profesor: ¿Desconfía de mi capacidad?
Estudiante:Como erudito no, pero si como educador.
Profesor: Mire número 10, cuando necesite un consejero para sus incógnitas, búsquese un psiquiatra o un confesor y cuando entre en estaaula olvídese de todo y trate de salvar su nota.
Estudiante: ¡Necesito ayuda!
Profesor: Eso es su problema”.

Es evidente que en el proceso educativo debe estimularse losvalores de respeto en la medida en que el maestro es capaz de aceptar a su estudiante en su integridad personal, con sus necesidades y limitaciones afectivas, debe ser honestoal reconocer que su capacidad no puede responder a las expectativas del estudiante y debe irradiar amor en cuanto es capaz de asumir el proceso educativo de manera afectiva.