Lectura el mono y el cocodrilo
Érase una vez un mono que se hizo muy amigo de un cocodrilo. El mono vivía en un árbol que daba mucha fruta y muy buena sombra, y el cocodrilo solía pasar allí largos ratos tomando el freso. El mono, que era muy hospitalario, le ofrecía fruta del árbol, madura, jugosa y dulce, y el cocodrilo se la comía con mucho gusto e incluso (como era casado y sabía que losmatrimonios deben compartirlo todo, lo bueno y lo malo) le llevaba algunas piezas a su mujer.
Un día la mujer del cocodrilo le dijo:
-¿No es verdad que lo que se come se cría? Pues ese mono que te regala fruta tan exquisita debe de saber a gloria. ¿Por qué no lo matas y me traes su corazón para comérmelo? me harías inmensamente feliz.
Al cocodrilo se le pusieron las escamas de punta.
-¿Cómome puedes que lo mate, con lo buen amigo que es y tan generoso y buen conversador? –replicó el pobre animal, horrorizado–. ¡Quítate esa idea de la cabeza y átatela a la cola por favor!
-¡Ay! ¡Tú no me quieres! –contestó ella gimoteando–.
Para una vez que te pido una cosa, me la niegas. ¡Quién iba a decírmelo a mí!
Y se enfurruñó toda.
Pero no se acabó ahí el asunto: la mujer siguióinsistiendo un día sí y otro también, derramando abundantes lágrimas de cocodrilo y poniendo morros y malas caras a todas horas. Al final, el marido ya no pudo más y, rogándole que dejase de llorar, prometió llevarle el corazón de su amigo para que se lo comiera.
Al día siguiente, el cocodrilo dijo al mono que su mujer, agradecida por la fruta que le regalaba, tenía muchas ganas de recibirlo ensu casa, porque deseaba conocerlo personalmente.
-A mí también me gustaría conocerla –dijo el mono muy ufano-, pero, claro, vosotros vivís en la otra orilla del lago y yo no sé nadar. ¿Por qué no viene ella aquí y lo celebramos?
-Es que a ella le hace mucha ilusión que vayas a casa –contestó el cocodrilo-. Mira, vamos a hacer una cosa: como no pesas mucho, te sientas en mi espalda, como sifueras a caballo, y yo te llevo hasta mi casa.
Casi no había terminado de darle explicación, cuando el mono ya se había montado en él.
-¡Adelante! –exclamó muy contento.
Y, así, el cocodrilo se echó al agua y empezó a cruzar el lago. Sin embargo, al llegar a la mitad del camino, como sabía que el mono ya no podía escaparse, le confesó toda la verdad.
-¡Qué lástima que no me lo hayasdicho antes! –Contestó el mono-. Porque estamos haciendo el viaje en balde. No tenías porque saberlo, claro, pero es que yo nunca viajo con el corazón puesto. Lo tengo muy delicado y prefiero que no se me estropee por el camino.
El cocodrilo se lo creyó a pies juntillas.
-¡Ah! ¿Y dónde lo has dejado? –le preguntó.
-A buen recaudo, en una rama de mi árbol –replicó el mono-. ¿Qué te parecesi damos media vuelta y subo a buscarlo?, luego me lo pongo y vamos a tu casa, donde nos espera tu dulce esposa.
Al cocodrilo le pareció de perlas la buena disposición de su amigo, con que dio media vuelta y deshizo el camino hasta el árbol del mono. Tan pronto como tocaron tierra, el mono, más listo que el hambre, dio un salto, se subió a la rama más alta el árbol y no volvió al bajar. Elcocodrilo, cansado de esperarlo al pie, se impacientó y le dijo:
-¡Baja de una vez, que es para hoy!
-¡Calla traidor! Eres mal amigo –contestó el mono-. Querías matarme, ¡a mí que siempre te regalo fruta! Y encima eres un ignorante, porque te has creído que podía sacarme el corazón y dejarlo aquí en el árbol.
Entonces, el cocodrilo se dio cuenta de que el mono, más listo que él, lo habíaengañado, pero aun así, intentó arreglarlo.
-¡Anda, hombre, no te pongas así, que no era más que una broma! ¿Cómo puedes creer que fuera a matarte yo, si somos tan amigos? ¡Hala, baja sin miedo! Te prometo que no te hará nada y que iremos a ver a mi mujer, que te recibirá con los brazos abiertos.
Sin embargo, el mono no se dejó engañar por segunda vez y, con muy malas palabras, mandó al...
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