Lectura: la media noche
La media noche estaba a punto de sonar, y Beatriz se retiró a su oratorio. Alfonso no volvía.
—Hermosa prima, pronto vamos a separarnos; las áridas llanuras de Castilla, suscostumbres toscas y guerreras, sus hábitos sencillos y patriarcales sé que no te gustan, te he oído suspirar... (Beatriz hizo un gesto de fría indiferencia) tal vez por la pompa de la corte francesa dondehas vivido... Al separarnos, quisiera que llevases una memoria mía. El joyel que sujeta las plumas de mi gorra cautivó tu atención ¡Qué hermoso estaría sujetando un velo sobre tu oscura cabellera! Yaha prendido el de una desposada, la que me dio el ser lo llevó al altar... ¿Lo quieres?
—En mi país una prenda recibida compromete la libertad.
—Lo sé, prima; pero hoy celebran Todos los Santos, esdía de ceremonias y presentes. ¿Quieres aceptar el mío?
Beatriz tomó la joya sin añadir palabra.
—¿Puedes sin atar tu voluntad, dejarme un recuerdo?
La mirada de Beatriz brilló como un relámpago,iluminada por un pensamiento diabólico.
—¿Por qué no? ¿Te acuerdas de la banda azul que llevé hoy a la cacería?
—Sí.
—Pues... se ha perdido, y pensaba dejártela como recuerdo.
—¿Se ha perdido algo?¿Dónde?
—¡En el Monte de las Ánimas!
—¡Habrá tenido miedo! –exclamó la joven cerrando su libro de oraciones y encaminándose a su lecho. Apagó la lámpara, cruzó las cortinas de seda y se durmió con unsueño inquieto, nervioso.
—Beatriz... Beatriz —entre sueños, creía haber oído pronunciar su nombre por una voz ahogada y doliente. El viento gemía en los vidrios de la ventana.
—¿Será el viento?
Sucorazón latía cada vez con más violencia. Las puertas del oratorio crujieron con un chirrido agudo, prolongado. Puerta, tras puerta, rumbo a su habitación iba sonando con un ruido suave. Después, elsilencio de la media noche, murmullo monótono de agua distante, lejanos ladridos de perros, voces confusas, ecos de pasos..., suspiros que se ahogan, estremecimientos involuntarios que anuncian...
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