LECTURA Y CIBERCULTURA

 LECTURA Y CIBERCULTURA

La preservación de los textos y su nueva intelección.
 Los antiguos conocieron el libro mineral, escrito en tablillas de cerámica o en murales de piedra; el libro vegetal, sobre hojas de papiro; el libro animal, en pergaminos; y los posmodernos conocemos el libro virtual. LaLiteratura, soñó por letra de Borges el portentoso y diabólico “Libro de arena”, cuyo vendedor mefistofélico así lo describía:
                    “ ....No puede ser pero es. El número de páginas de este libro es infinito.  Ninguna es la primera; ninguna es la última. No sé por qué están numeradas de este modo arbitrario. Acaso para dar a entender que los términos de una serie infinita admiten cualquiernúmero.... Si  el espacio es infinito, estamos en cualquier número del espacio. Si  el tiempo es infinito, estamos en  cualquier  punto del tiempo.” (133/4)
El narrador/protagonista del cuento, por su parte, habla de su vivencia tras la posesión de lo que llama el libro imposible, capaz de hacerle perder la razón:                      
                     “... Prisionero del libro, casi no  measomaba a la calle.... comprendí que era monstruoso.  De nada me sirvió considerar que  no menos monstruoso era yo, que lo percibía con ojos y lo palpaba con diez dedos y uñas. Sentí que era un objeto de pesadilla, una cosa obscena que ofendía y corrompía la realidad”   
Los 2 fragmentos, bien podría encuadrarse en la ficción científica porque en ellos se describen los atributos más fuertes dela Internet: la revolución cronológica y la espacial (ubicuidad, por un lado, e infinitud que los hiperlinks confieren al nuevo libro, por otro) además de la perturbadora relación con lo real en que se instala el actual concepto de lo virtual. 
No en vano, los más precoces pensadores de la cibercultura se inspiraron en la obra de Borges y, así como su “Libro de arena” dialoga constantemente con“El diablo en la botella”, de Stevenson,  avanzaron sus seguidores en el oscurantismo del mito fáustico.  
En esa línea de apreciación del fenómeno, Gibson y Baudrillard escriben los apocalípticos trabajos que dieron lugar a ficciones como Matrix.
Tal vez conmovidos por esa vertiente noire, los juicios contrarios a la ciberlectura se hicieron oír entre algunos historiadores del libro como AlbertoManguel y el brasileño Wilson Martins. Sin embargo, las variaciones materiales no invalidan la esencia de la escritura y el goce de la lectura inmanente a los textos inscriptos cualquiera sea el soporte.
La idea estaba muy claramente anticipada en  dos autores franceses:  Eric Grobier,  profesor del Instituto Nacional de las Técnicas de la Documentación de París, que escribió en  1954 una Histoire du livre  en que dedica algunas reflexiones a nuevos conceptos de lectura:
                      “El libro, tal como lo conocemos actualmente, será reemplazado en el año 2000 por los instrumentos de transmisión de conocimientos de una forma más práctica.  Pero, después de todo, ésa no será más que una nueva mutación en su larga historia  muchas  veces milenaria...”
La concepción del libro enproceso, y no en estado de cristalización, conviene a la  naturaleza de la experiencia que él nos proporciona.
Mac Luhan lo analiza bien en La galaxia Guttemberg. ¿Quién iría a convencer a los hombres letrados del Renacimiento que el libro impreso, seriado, impersonal y barato, podría proporcionar  aventuras de pensamiento tan valiosas como las de los lujosísimos ejemplares únicos,personalizados, decorados, que los amanuenses e iluminadores preparaban durante tanto tiempo?
En su libro autobiográfico, llamado Las Palabras, así describe Jean Paul Sartre la aventura de leer tan asimilable a los estados que atribuimos a los cibernautas de hoy:
  “…la biblioteca era el mundo atrapado en un espejo. Tenía el espesor infinito, la variedad, la imprevisibilidad...