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Cuando llegué a Brasil,me quedé un poco decepcionada. Los paisajes no eran especialmente llamativos, me entraron las ganas de coger el primer avión y volver a Europa. Sin embargo, tanto latierra brasileña como el calor y el cariño de la gente de allí me fueron conquistando el corazón poco a poco. No obstante, el primer día de mi estancia en dichocontinente lo pasé bastante mal. El cambio de horario fue muy brusco y necesité unos días para adaptarme a ello. Además, me sentía extraña estando tan lejos de casa, sinhablar bien el idoma, dependiendo casi siempre de los demás. Desde un principio puedo decir que dicho viaje mereció la pena, lo que intentaré demostrar a continuación.El primer sitio que visité allí fue una pequeña ciudad cerca de Goiania. Se llama Caldas Novas. Me quedé impresionada por el parque acuático que se halla en ese
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