Lecturas
Dormía tranquilamente un león, cuando un ratoncillo se puso a correr sobre su cuerpo.
Se despertó el león, y se movió en todas direcciones buscando a ver quién era el intruso que le molestaba.
Lo observaba una zorra, y le criticó por creer que tenía miedo de un simple ratoncillo, siendo él todo un señor león.
-- No es miedo del ratoncillo -- dijo el león--, sinoque me sorprendió que hubiera un animal que tuviera el valor de pisotear el cuerpo de un león dormido.
ESOPO.
EL LEÓN, LA ZORRA Y EL RATÓN
Dormía tranquilamente un león, cuando un ratoncillo se puso a correr sobre su cuerpo.
Se despertó el león, y se movió en todas direcciones buscando a ver quién era el intruso que le molestaba.
Lo observaba una zorra, y le criticó por creer que teníamiedo de un simple ratoncillo, siendo él todo un señor león.
-- No es miedo del ratoncillo -- dijo el león--, sino que me sorprendió que hubiera un animal que tuviera el valor de pisotear el cuerpo de un león dormido.
ESOPO.
EL LEÓN, LA ZORRA Y EL RATÓN
Dormía tranquilamente un león, cuando un ratoncillo se puso a correr sobre su cuerpo.
Se despertó el león, y se movió en todas direccionesbuscando a ver quién era el intruso que le molestaba.
Lo observaba una zorra, y le criticó por creer que tenía miedo de un simple ratoncillo, siendo él todo un señor león.
-- No es miedo del ratoncillo -- dijo el león--, sino que me sorprendió que hubiera un animal que tuviera el valor de pisotear el cuerpo de un león dormido.
ESOPO.
EL LEÓN, LA ZORRA Y EL RATÓN
Dormía tranquilamente unleón, cuando un ratoncillo se puso a correr sobre su cuerpo.
Se despertó el león, y se movió en todas direcciones buscando a ver quién era el intruso que le molestaba.
Lo observaba una zorra, y le criticó por creer que tenía miedo de un simple ratoncillo, siendo él todo un señor león.
-- No es miedo del ratoncillo -- dijo el león--, sino que me sorprendió que hubiera un animal que tuviera elvalor de pisotear el cuerpo de un león dormido.
ESOPO.
LA ZORRA Y EL CUERVO HAMBRIENTO
Un flaco y hambriento cuervo se posó en una higuera, y viendo que los higos aún estaban verdes, se quedó en el sitio a esperar a que maduraran.
Vio una zorra al hambriento cuervo esperando en la higuera, y le preguntó qué hacía. Una vez que lo supo, le dijo:
-- Haces muy mal perdiendo el tiempoconfiado a una lejana esperanza; la esperanza se llena de bellas ilusiones, mas no de comida.
ESOPO
LA ZORRA Y EL CUERVO HAMBRIENTO
Un flaco y hambriento cuervo se posó en una higuera, y viendo que los higos aún estaban verdes, se quedó en el sitio a esperar a que maduraran.
Vio una zorra al hambriento cuervo esperando en la higuera, y le preguntó qué hacía. Una vez que lo supo, le dijo:
--Haces muy mal perdiendo el tiempo confiado a una lejana esperanza; la esperanza se llena de bellas ilusiones, mas no de comida.
ESOPO
LA ZORRA Y EL CUERVO HAMBRIENTO
Un flaco y hambriento cuervo se posó en una higuera, y viendo que los higos aún estaban verdes, se quedó en el sitio a esperar a que maduraran.
Vio una zorra al hambriento cuervo esperando en la higuera, y le preguntó quéhacía. Una vez que lo supo, le dijo:
-- Haces muy mal perdiendo el tiempo confiado a una lejana esperanza; la esperanza se llena de bellas ilusiones, mas no de comida.
ESOPO
LA ZORRA Y EL CUERVO HAMBRIENTO
Un flaco y hambriento cuervo se posó en una higuera, y viendo que los higos aún estaban verdes, se quedó en el sitio a esperar a que maduraran.
Vio una zorra al hambriento cuervoesperando en la higuera, y le preguntó qué hacía. Una vez que lo supo, le dijo:
-- Haces muy mal perdiendo el tiempo confiado a una lejana esperanza; la esperanza se llena de bellas ilusiones, mas no de comida.
ESOPO
LAS TRES REJAS
El joven discípulo de un filósofo sabio le dijo:
—Maestro, un amigo suyo estuvo hablando
de usted con malevolencia.
—¡Espera! —lo interrumpió el filósofo —....
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