Lecturas

¿Mi papá sí se baña?


La madre se preparaba para recorrer casi media ciudad y recoger a sus hijos en la escuela, como todos los días. Cierto, le quedaba muy lejos, pero era una buena opcióneducativa y sus pequeños valían oro.


Cuando llegó, los encontró en el jardín rodeados de niños en animadas conversaciones, llantos y juegos. Notó que el más pequeño de sus retoños estaba retraído ymuy callado, algo inusual. Sin darle mayor importancia, subieron al automóvil. Acostumbraban cantar e inventar distracciones en el trayecto a casa, para que éste pareciera más corto; pero esa ocasión elambiente era distinto.


De pronto, el pequeño de cuatro añitos de edad, lanzó, con voz quebrada, una sorpresiva pregunta:
—¿Verdad, que mi papá sí se baña?


Mamá recibió aquellas palabrascomo golpe en el estómago. Sabía que tarde o temprano éstas u otras parecidas iban a llegar.
—Sabes que se baña diario, en ocasiones dos veces.


Después de un breve pero pesado silencio, el pequeñoaclaró:
—Es que mi amigo A dice que papá no se baña, por eso es de ese color


Mamá respiró profundo mientras mantenía la calma y buscaba una respuesta inteligente. Acordó con sus hijos que lohablarían al llegar a casa, porque en ese momento iba manejando y no podía distraerse. Recordó un libro en inglés que había leído tiempo atrás y escuchó a su corazón que le decía: ¡Adelante!


Ya encasa, preguntó a su hijo pequeño:
—¿Te has fijado que cada cosa importante en el mundo tiene su color especial, que la hace diferente de las demás?


El semblante del niño cambió, por sus ojoscruzó un destello y asintió, la madre continuó:
—A ver, dime, ¿de qué color son los plátanos?
—Amarillos —fue la inmediata respuesta.
—¿De qué color son las manzanas?
—¡Pues rojas!
—Y las cebollas…—¡Blancas! —contestó, con mayor seguridad.


Los tres sonrieron satisfechos, pues aquello iba por buen camino. Para confirmarlo, la madre hizo otra pregunta:
—¿De qué color es tu papa?
La...