A quin no le gustan las nueces Pero, qu lata pelarlas Y, por supuesto, al Diablo le da flojera tener que pelarlas. As que un da tuvo una idea. Vean ustedes lo que se le ocurri. Un da el Diablo estaba sentado en su trono comiendo las nueces de una enorme bolsa y, como de costumbre, se quejaba de lo fastidioso que era partir las cscaras, cuando de repente se le ocurri una idea. La mejor forma decomer nueces pens es engaar a alguien para que las parta por ti. As que cogi una perla de su tesoro y con un cuchillo muy afilado abri la siguiente nuez, teniendo mucho cuidado de no estropear la cscara. Luego puso la perla adentro y cerr la cscara de nuevo. Ahora todo lo que tengo que hacer dijo es dar esta nuez a alguna persona ambiciosa. Cuando encuentre la perla insistir en abrir todas lasnueces para buscar ms y har el trabajo por m. As que, disfrazado de anciano, subi al mundo, con su cascanueces y la bolsa con la nuez falsa encima de las dems. Despus se sent a esperar a un lado del camino. Muy pronto acert a pasar por all una campesina. Oiga, seora dijo el Diablo, quiere usted una nuez La campesina lo mir sagazmente, y al momento sospech pero sin demostrar sus sospechas, le contestamablemente. Muy bien dijo, por qu no La mujer parti la nuez, comi la fruta, tir la cscara sin decir ni una sola palabra y sigui su camino. Qu cosa ms rara dijo el Diablo, frunciendo el ceo. O se ha tragado la perla o le he dado la nuez equivocada. Sac otras tres nueces entre las que estaban arriba, las parti y se comi la fruta, pero no encontr ninguna perla. Abri y comi cuatro ms, pero la perla noapareci. As sigui toda la tarde, hasta que hubo abierto todas las nueces y hubo ensuciado el camino con las cscaras. Pero no encontr la perla. As que se dijo a s mismo Bien, se acab. Se la ha tragado. No quedaba nada que hacer sino volver al infierno. Senta un terrible dolor de estmago por haber comido tantas nueces y estaba de tan mal genio que el disgusto le dur una semana. Mientras tanto lacampesina fue al mercado, sac la perla de debajo de la lengua, que era donde la haba guardado, y la cambi por dos nabos y un frasco de mantequilla. No todos somos ambiciosos, aunque el Diablo no lo sepa. Muy listo el Diablo, verdad Pero ms lista la campesina. _____________________________________________________________ Natalie Babbitt, Nueces en Cuentos del pobre diablo. Mxico, SEP-Macmillan, 2003.Lectura con 438 palabras. Los nombres de los astros. Todos los pueblos de la antigedad le dieron nombres a los astros ms brillantes que son visibles a simple vista. Estos nombres provenan, por lo general, de sus leyendas o su religin. Pero la mayor parte de ellos ya se ha olvidado. En nuestros das, conservamos tan slo nombres rabes y versiones latinizadas, que nos legaron los romanos, de losnombres griegos originales.As, por ejemplo, a un planeta que se caracterizaba por ser tan rojo como el color de la sangre, los griegos le pusieron el nombre del dios de la guerra Ares, y al planeta ms brillante de todos lo llamaron Afrodita, su diosa de la belleza y el amor. Pero para los romanos, el dios de la guerra era Marte y la diosa de la belleza y el amor era Venus, as que fueron estosnombres los que se conservaron.Los nombres rabes se conservan sobre todo en las estrellas. Son muy famosas Algol en la constelacin de Perseo y Deneb en la del Cisne. Algol quiere decir demonio en rabe, y le pusieron as porque su brillo cambia con el tiempo. Deneb significa cola tambin en rabe y se llam as porque es la estrella que est en la punta de la cola del cisne.Hoy da hay una comisin internacionalque se encarga de ponerle nombre a cualquier objeto nuevo que se descubra, ya sea un cometa, un asteroide, un satlite o algn objeto desconocido. Cualquier persona puede sugerir un nombre. Por ejemplo cuando en 1977 se descubri un satlite del planeta Plutn, a una nia inglesa se le ocurri llamarlo Caronte porque, en la mitologa griega, Plutn era el dios del reino de los muertos y Caronte era el...
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