Lecturas

Reciclaje celular
Karla Peregrina y Javier Crúz

¿Cómo se deshacen las células de las proteínas que por alguna razón no les conviene conservar? La respuesta ha valido a tres investigadores el premio Nobel de química 2004.
¿QUÉ TIENEN en común un pastel amorfo,

crudo y medio insípido, un medicamento tan ineficiente que termina exacerbando el mal que debiera combatir y una célula que sereproduce desmesuradamente (y, por si fuera poco, mal)? La respuesta es una y es simple: todos son producto de deficiencias en los controles de calidad. Por fortuna, la mayoría de las pastelerías tienen parámetros mínimos de calidad y los ¿cómoves?

vomitivos se expenden en farmacias y no en reposterías. También sabemos que podemos confiar en la eficacia de los medicamentos que adquirimos en unafarmacia –siempre que tengan el respaldo de un laboratorio serio—. Y, por suerte, los desórdenes en las células son eventos más bien raros. Sin embargo, se sabe que padecimientos como algunos tipos de cáncer están estrechamente relacionados con deficiencias en la producción de ciertas proteínas dentro de las células, o bien con la eliminación anómala de otras. Por tanto, si bien es conveniente deshacersede algunas proteínas, también es cierto que este proceso debe tener la precisión de un reloj suizo. Los mecanismos de producción de proteínas han acaparado más reflectores que los encargados de su eliminación. Incluso el siglo XX bien podría ser bautizado como “el siglo del genoma”, ya que durante su curso una gran parte de la investigación en ciencias biológicas estuvo —y continúa estando—estrechamente relacionada con la genómica, es decir, con la manera en que los ácidos nucleicos (ADN y ARN) se organizan para dar origen primero a las proteínas y luego a funciones y organismos complejos y diversos. Empero, mientras la mayoría de los biólogos se entretenían averiguando cómo se originan las proteínas al interior de las células, un notable grupo de científicos se dedicaba a tirar anzuelosjusto en sentido contrario, tratando de entender la manera en que los sistemas celulares se deshacen

de aquellas proteínas que por alguna razón no conviene conservar. Trabajando en conjunto, los científicos israelíes Aaron Cienchanover y Avram Hershko, junto con el estadounidense Irwin Rose, descubrieron el proceso mediante el cual un sistema de enzimas (proteínas que aceleran o retardan lasreacciones químicas que se llevan a cabo en la célula) etiqueta a las proteínas que ya no son útiles y se las arregla para pegarles, repetidamente, otra proteína llamada ubicuitina (o ubicuina), en un proceso que se conoce como ubicuitinización. Una vez que la proteína de desecho ha sido marcada para su destrucción, es transportada hacia el proteasoma, una estructura celular cuya función es destruir alas proteínas que llegan señaladas por el infame rosario de ubicuitinas. Los descubrimientos de Ciechanover, Hershko y Rose revelaron que el control de calidad intracelular destruye más del 30% de las proteínas recién producidas en la célula a través del sistema ubicuitinaproteasoma, según la Real Academia Sueca de Ciencias.

¡Recicla y vencerás!
En promedio, una persona normal elimina unos 300gramos de proteínas al día, lo que equivale al 3% de todas las proteínas que conforman el cuerpo humano. Esto significa que, para compensar tal proceso, es también necesario fabricar diariamente esa misma cantidad, lo cual ocurre a partir

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no sólo de sus componentes, los aminoácidos, que obtenemos de los alimentos que ingerimos, sino también de aquellos que se liberan por la destrucciónde proteínas. El periodo de vida de las proteínas puede ir desde muy pocos minutos hasta semanas o, incluso, meses. El de la hemoglobina es un caso bastante ilustrativo. Se trata de la proteína que es responsable de que la sangre sea roja y de que podamos respirar, ya que transporta oxígeno desde los pulmones hacia los tejidos y a cambio se lleva el dióxido de carbono de regreso a los pulmones...