Lecumberri
Desde los comienzos de nuestra nación, se buscaba un lugar dónde albergar los archivos, los cuales han sido el más valiosos depósito cultural y la fuente de información esencial parala toma de decisiones de un buen gobierno.
En el inicio de la vida independiente de México, Lucas Alamán impulsó en 1823 la creación del Archivo General y Público de la Nación, el cual también sealbergó en el mencionado Palacio, ahora Nacional. Y en varias locaciones más, sin embargo, todas ellas resultaron insuficientes.
En 1976, Ia Penitenciaría de Lecumberri, inaugurada por PorfirioDíaz en 1900 para vestir a su régimen dictatorial, dejaba de tener uso gracias a un nuevo concepto de readaptación social del jurista Sergio García Ramírez. Los trágicos sucesos acontecidos en la viejaprisión, a partir de Ios cuales fue conocida como "EI Palacio Negro"-desde el propio asesinato del presidente revolucionario Francisco I. Madero junto con el vicepresidente Pino Suárez, hizo pensar enla necesidad de destruir el inmueble y que no quedara rastro alguno de esos horrores.
No obstante, hubo voces que se alzaron para conservar el edificio, pues era y es necesario preservar losmonumentos que, de una u otra forma, son parte de la historia y conforman la identidad de una ciudad.
Se debe al historiador Jesús Reyes Heroles, que una vez salvado el inmueble, alguien concibiera laidea de convertir a Lecumberri en la sede del Archivo. Para realizar la obra se contó con el arquitecto Jorge L. Medellín y la historiadora Alejandra Moreno Toscano, quienes vieron en este inmueble lasgrandes virtudes que su arquitectura panóptica.
EI Palacio Negro se convirtió así-como diría uno de sus primeros directores, Ignacio Cubas- "en el depósito de luces, hechos y derechos de Iasgeneraciones mexicanas", en una antorcha para penetrar en nuestro pasado y arrojar luz a nuestro presente.
Las 860 celdas de la estrella de siete brazos albergan 322 fondos documentales, 6 millones...
Regístrate para leer el documento completo.