Legalidad o ileglidad
Quiero abordarlo desde dos ópticas, en primera instancia esta la grafica urbana callejera, que para unos puede mejorar el paisaje de la ciudad, ypara otros los grafitis y el esténcil no son más que un oficio de muchos desocupados y personas poco queridas de la ciudad. En muchas ocasiones, los pintores de la calle son autorizadas porinstituciones para ocupar espacios baldíos y para promover el bienestar social y juvenil, sin embargo existe un alto índice que lo hacen a escondidas de las autoridades competentes como parte de su tiempo librey algunas veces en la noche. Pero muchos de los habitantes y vecinos de algún barrio de Bogotá se molestan en gran manera por las paredes aledañas a su residencia de colores, formas y letrasirregulares, alegando que en lugar de mejorar el paisaje de la ciudad, lo contaminan, porque no aportan nada a la cultura, pues son imágenes que poco se entienden, y con escaso contenido enriquecedor paraaportar a una cultura de la cual muchos jóvenes se dejan influenciar con bastante facilidad.
Entre muchos se debate que un dibujo no puede hacerse, en cualquier puerta, pared, casa, perjudicando deesta forma el mayor o menor esfuerzo del propietario de pintar y tener una imagen agradable de su puerta o su fachada, para ello hay paredes amplias, y alejadas para hacer murales, y por ver estosgarabatos de aerógrafo en la pared o en la puerta de alguno es realmente molesto, a muchos se les tilda, de carentes de cultura o “vagos”. Hay pocos casos en los que son admirados por su capacidadpara expresarse de esta forma, porque hacen murales atractivos, claros, y simpáticos.
Según un debate de Foroalfa una página especializada en artículos de diseño y comunicación, al respecto dice:“Independientemente de los matices y situaciones particulares, lo cierto es que para muchos el lugar que va ganando el diseño gráfico en el espacio público es un logro de la profesión, mientras que para...
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