Legalización canabbis

Impide delitos y genera delincuentes nuevos.
La prohibición genera nuevos delincuentes, capaces de intervenir en delitos ajenos a la droga. Al considerar delictiva su conducta muchos tenedores,usuarios y adictos sienten que han traspasado el valladar de lo lícito. Que los han decretado aptos para futuros delitos para abastecerse o no de drogas.
Evita el incremento del precio de las drogas ylas abarata.
La prohibición ha logrado que la droga salga a comprar el coste de su ilegitimidad con testaferros de toda laya y funcionarios aptos para la corrupción y el soborno allí donde el negociose haya propuesto, es decir, en todas partes. La dimensión que actualmente ha asumido el tráfico internacional permite apreciar que la represión es la esencia del propio negocio. No ha servido comomedio de erradicar el consumo, pero sí para encarecer el precio del producto. A punto tal que se impone una consecuencia que se expresa de un modo silogístico y no menos elocuente: si no existieserepresión, no existiría el tráfico puesto que carecería de sentido.
Liquida los esponsales entre el tráfico, la corrupción y el soborno.
Existe la creencia de que la legalización de las drogas, enciertos aspectos, permitirá reajustar las conductas de los funcionarios. Al menos evitará generar p robustecer la corrupción. Es que millares de funcionarios, policías, jueves, aduaneros y en sí losorganismos en los cuales se desempeñan –por citar de modo ejemplificativo− quedarían liberados de la carga y el consecuente trabajo de impedir desde el tráfico al consumo. Por un lado se reducirían ingentesgastos del erario público, por el otro, al reajustarse sus funciones, tanto la policía como la justicia, podrían avocarse y encarar concretamente, de una buena vez, la lucha contra los delitoseconómicos y lo atinente a la seguridad pública.
Impide la desestabilización de las estructuras del Estado.
La legitimación de las drogas se ofrece de un modo estructural como un refuerzo que asegure el...