Lengua y literatura
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. Apenas el tren se detuvo se bajó, y con paso firme y sereno caminó hacia la rampa de salida de la estación. No debía correr, llamaría la atención.¿Cuánto tiempo pasaría hasta que descubriesen el cadáver? Con la vista en el suelo, sin detenerse en ningún momento, vio que tenía una de las medias corridas. Al salir, lo primero que vio fue elcastillo que dominaba la ciudad vieja y, más arriba, el cielo azul, espléndido. El sol continuaba iluminando, el mundo no había cambiado.
Desde algún lugar de su memoria recordó aquellas palabras quehabía escuchado hacía ya mucho tiempo: “El único alivio para una mala noche es ver la luz del día”.
Y volvió sobre ese pensamiento mientras su silueta se recortaba y se perdía hasta transformarse enalguien más entre toda la gente que llenaba las calles, esa mañana.
UN HOMBRE EN QUIEN NO CONFIAR
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.La luz de la habitación había adquirido una tonalidad rojiza que lanzaba un sucioresplandor ocre sobre la pared. Ahora toda la estancia parecía más pequeña, como si la oscuridad de los márgenes los hubiese encerrado en ese pequeño círculo alrededor del fuego. Ya era de noche.
Amedida que la mujer relataba aquella historia, John había mostrado una expresión pensativa; con el ceño fruncido recorría los objetos más cercanos, volvía una y otra vez la vista sobre la pequeña...
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