Lengua
Igual eso no fue lo peor, lo más terrible es que cuando entramos al salón, había mozos esperándonos para acomodarnos como si fuese un teatro. ¡Un teatro! Lo que me parece queellos no saben, es que sabemos leer y ver los números de las mesas. Por Dios, a veces nos toman como estúpidos.
Me sentaron un una mesa con 7 chicos y 5 chicas. Creo que en lamesa había más tenedores que personas y, copas ni les cuento. Nos trajeron el primer plato, no sé qué comí esa noche, pero seguramente no era comida. Estaba asquerosa y además,no había venido nada en el plato. A veces, de verdad, creo que los ricos tienen un cocodrilo en el bolsillo. Tanto por la fiesta… ¿y la comida qué? Es lo más importante de unafiesta o por lo menos yo lo considero así.
Cuando la cumpleañera se dispuso a entrar a su propio cumpleaños, tipo 12 de la noche, yo ya no podía más. Estaba agotada, cansada,hambrienta y perdida.
La fiesta estuvo espectacular, los suvenires, los regalos que nos dieron en el medio, la banda que vino a tocar. Todo perfecto, excepto la comida.Cuando llegué a mi casa, lo primero que hice fue hacerme un sándwich y entonces pensé -¡creo que nunca en mi vida me sentí más incómoda, gracias a Dios que estoy en mi casa-.
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