LENGUA
LA FARSA
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muertos, qué muertos?
I
Cuando el tren cruzó la frontera comprendieron que no regresarían.
Mariela dormía entre ellos.
Pedro los esperaba en la estación de trenes y los albergaría en su casa por un tiempo.
II
- Mejor no pensar - se dijo Juan DiegoAlbarracín. Estaba de vacaciones y
aprovecharía para componer música .
Preparó las valijas, dobló las camisetas sobre sí mismas para hacerlas más pequeñas, hizo lo mismo con los calzoncillos y shorts, puso las sandalias en una bolsa de plástico, comprobó que tendría todo lo necesario, buscó otra valija para la computadora, ipod y todas las chucherías electrónicas.
Abrió el baúl del coche y después deacomodarlas se fue a descansar antes de partir. Saldría por la madrugada para evitar el tráfico.
El viaje fue un placer de unas dos horas.
Entró a la casa, deambuló por la cocina, los dormitorios y se fue a dormir.
Cuando se despertó los cuartos estaban invadidos por el sol de agosto que se colaba por los intersticios de las puertas y ventanas.
Quemaban los muros de piedra y las baldosas delos patios.
A él, se le humedecían las rodillas y le transpiraban las manos.
Todos los veranos cuando esto ocurría y ocurría todos los veranos se inquietaba, angustia creativa le había dicho una vez Pepita, él lo llamaba sofocación meteorológica. Con curiosidad envidiaba a los gatos que dormían tirados en los rincones escondiéndose del sol.
Sentado en el patio oscuro, donde el olor a humedadpenetraba lentamente primero el olfato hasta llegar con insidia hasta los huesos, pensó en componer un homenaje a John Cage, al concierto 4 minutos 33 segundos en total silencio.
Sonrió con exagerada complacencia.
Contó los segundos en silencio, cerró los ojos para no distraerse, 1 2 3... hasta llegar a los 60 segundos. Repitió el 1,2,3... Al llegar a 120 no se detuvo continuo hasta 180, decidiódividirlos por 60 y le dió exactamente 3 minutos , pero al detenerse, perdió el ritmo y debió comenzar nuevamente. Está vez se molesto porque entre el segundo 18 y el 19 se había detenido más de lo necesario.
Golpeó la mesa con el puño cerrado.
Necesitaría de alguién que controle en silencio su silencio y el silencio miéntras él descubría el significado del silencio y lo transformaba en sonido.Quién podría ayudarlo?
Recorrió posibilidades hasta que las redujo a tres, Juan, Francisca o Pepita.
Juan es puro nervios. Francisca se reiría, pensando que es una estupidez.
Solo quedaba Pepita, la que fuera su novia en los veranos de su adolescencia.
Pepita la fea.
A Juan Diego, le gustaba sus ojos humedecidos de risas, el tamaño desproporcionado de la nariz y los labios tan húmedos comosus ojos, al besarlo le mojaba las mejillas.
Pepita se jactaba con arrogancia que en Francia para saludar se dan dos besos, uno en cada mejilla.
- Saludo Francés- decía con placer.
Ella era ideal para sentarse a su lado en silencio por 4 minutos y 33 segundos.
La llamó por teléfono invitándola para almorzar el domingo al mediodía...
Pepita, vestía de domingo. Un traje azul masculino y unsombrero de paja de ala muy ancha para protegerla de la tormenta de verano que habían anunciado.
En los Arcos de la Calle principal entraron al Restaurant La Farsa, sentándose en la ventana que da a la calle, callaron las transformaciones del pueblo, ella con felicidad, el con indiferencia.
- Pepita-. dijo de pronto Juan Diego.
Se sorprendió al escuchar su nombre.
- Sí.
- Necesito pedirte un favor.
-Dinero o sexo?- dijo con sorna - Lo primero no tengo y lo segundo debería pensarlo aunque todavía me gustas sin embargo te diría no.
- Quiero que te sientes a mí lado con un cronómetro . Yo estaré en silencio por 4 minutos y 33 segundos vos marcando cada segundo.
- Para qué?
- Quiero sensibilizarme, para poder describir la esencia del silencio y componer una pieza musical en homenaje a John Cage....
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