Lenguaje

EL ENFERMO IMAGINARIO

I ACTO:

Narrador: Argán quien era un enfermo en depresión se encontraba solo en su alcoba platicando consigo mismo.

Argán: Tres y dos son cinco, y cinco, diez, y diez más, veinte. El día 24 una ayuda estimulante para las entrañas, seis reales. El mismo día, dejar limpio mi vientre, seis reales más. Ese mismo día anocheciendo, un somnífero, siete reales. Y asíhasta el día 27. ¡A ver que se lleven esto de aquí! (toca la campanilla) ¿No hay nadie? (Vuelve a tocar la campanilla) ¡¿Están sordos?! ¡Antonia! (toca)

Antonia: ¡Ya va! (Entra a la habitación, fingiendo que se había golpeado en la frente) ¡De que tal modo la aturullais a una, casi me saco los sesos!
Argán: ¡Traidora!
Antonia: (Fingiendo dolor) ¡Ay!
Argán: Hace una…
Antonia: ¡Ay!
Argán: Que mehas abandonado
Antonia: ¡Ay!
Argán: ¡Cállate granuja!
Antonia: Si sigues regañándome, lloro. ¡Ay!
Argán: Pero…
Antonia: ¡Ay, ay ay! Reñid hasta que os arteis
Argán: ¡Si no me dejas ladrona! Que me tenga preparado una taza de caldo, que el doctor Purgón me lo ha recomendado
Antonia: Ya quisiera saber yo qué enfermedad es la vuestra que necesitas tantos remedios
Argán: Ve a llamar a mi hijaAngélica
Antonia: Aquí viene, parece que oyó sus deseos

***

Narrador: Entra Angélica y se sitúa a lado de su padre.

Argán: Acércate Angélica, quiero hablar contigo… (Sintiendo un dolor en el estómago) ¡Aguarda, aguarda, ya vengo! (Sale de la habitación)
Angélica: Antonia quiero hablar contigo, ¿No adivinas de lo que quiero hablarte?
Antonia: Hace seis días que no habláis de otra cosaAngélica: Es verdad, ¿Repruebas tú mi enamoramiento? ¿Crees que debiera mostrarme insensible a las ternuras de su pasión?
Antonia: De ningún modo
Angélica: ¿Es o no un buen mozo?
Antonia: Si que lo es
Angélica: Arrogante
Antonia: Sin duda
Angélica: ¿Y puede oírse un lenguaje más apasionado que el suyo?
Antonia: Es verdad
Angélica: ¿Crees que me quiere tanto como dice?
Antonia:Cualquiera sabe que en cuestiones de amores hay que andar siempre con cuidado
Angélica: ¿Qué estás tratando de decirme? ¿Sería posible que él me mintiera?
Antonia: Bien pronto podré salir de las dudas, en la carta de ayer os dice que está decidido a pedir vuestra mano y esa es la muestra más palpable de sus palabras. Ya vuelve su padre
Argán: ¡Ay hija te voy a dar una noticia! ¡Me han pedido tumano!...¿Te estás riendo? Ya veo cuál será tu respuesta
Angélica: Acataré a ojos cerrados vuestra voluntad
Argán: Tu madrastra pretendía que tu y tu hermana entraran a un convento
Antonia: (En voz baja) Su razón tiene la muy bribona
Argán: Por lo cual se negaba a este matrimonio, pero he logrado reducirla y dar mi palabra. Aún no conozco tu futuro pero me aseguran que quedaré satisfecho y tú tambiénAngélica: Seguramente padre mío
Argán: ¿Cómo? ¿Tú le has visto?
Angélica: Puesto que vuestro consentimiento a abriros mi corazón, no os ocultaré que hace seis días el azar nos puso frente a frente
Argán: No me han dicho nada. Seguro se trata de un buen mozo
Angélica Si padre mío
Argán: Digno y juicioso
Angélica: Precisamente
Argán: Que habla el latín y el griego a maravilla
Angélica: Eso nolo sabía
Argán: Y será recibido como médico en tres días
Angélica: ¿Médico? ¿Quién os a dicho?
Argán: El señor Purgón
Angélica: ¿Lo conoce el señor Purgón?
Argán: Si es su sobrino
Angélica: ¿Cleonte sobrino de Purgón?
Argán: ¿Quién es Cleonte? Estamos hablando del joven que ha pedido tu mano, sobrino de Purgón e hijo del señor Diafoirus. Se llama Tomás, Tomás Diafoirus. ¡¿Qué es eso, porqué pones esa cara?!
Angélica: Porque yo hablaba de otra persona
Antonia: ¡Esto es una burla! Teniendo la fortuna que tenéis, ¡Serías capaz de casar a vuestra hija con un médico!
Argán: ¡Imprudente! Contigo nadie habla
Antonia: Hablemos tranquilamente, ¿ Qué razones habéis tenido para consentir ese matrimonio?
Argán: La razón es que quiero un pariente médico.
Antonia: ¿Pero es verdad que...