Lenguaje
El soneto Martí
Tiene que haber, con su dolor entero,
un corazón de rosanavegante...
Y ha de vivir allí, para que cante
el ufano milagro del jilguero.
Para marcar tus rutas, un lucero.
Para cargar tus libros, un gigante.
Y para que el amor siga adelante,
la sonrisa de luzde un tabaquero!...
Allí el pasado ardiendo en una hoguera.
La paloma y la estrella. Y la bandera,
florecida con todos los cariños...
Allí, para hacer tuyo el monumento,
dulce el futuro, con la mielde un cuento
de los que diste al mundo de los niños!...
EN CASA DE LA DOÑA
Tan soberbia y distante su apostura
era, que nadie osaba aproximarse
ni a su beldad divina insinuarse
al ver su gestode afectada altura.
Confiado a mi mejor y fiel ventura,
con osadía, la obligué a pararse
y le dije, sin tiempo a preservarse,
que aspiraba al placer de su hermosura.
Mi actitud la cogiódesprevenida,
pues nadie antes le habló con tal descaro
que viera su altivez comprometida.
Entonces yo pensé: lo tengo claro.
Si ella, ahora, a su lecho me convida,
verá de qué es capaz un tipo raro.Ninguno de sus, por ninguna cuestión política. Conocía al líder y fundador de la falange española.
Muerte
¡Qué esfuerzo!
¡Qué esfuerzo del caballo por ser perro!
¡Qué esfuerzo del perropor ser golondrina!
¡Qué esfuerzo de la golondrina por ser abeja!
¡Qué esfuerzo de la abeja por ser caballo!
Y el caballo,
¡qué flecha aguda exprime de la rosa!,
¡qué rosa gris levanta de su...
Regístrate para leer el documento completo.