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El amante que pactó con asesinos
Humberto Ríos Navarrete/Milenio
MÉXICO, D.F.- Las pesquisas de los agentes de Investigación eran lentas, pero seguras, por lo que se propusieron husmear otros indicios para encontrar más responsables y otros hilos de la trama donde la autora intelectual del crimen, una enfermera, andaba en busca de matones para asesinar al que había sido su esposo,un encargo que aceptó su amante, quien comentó el caso a una de sus hermanas en su domicilio de Iztapalapa y ahí fue cuando mencionaron los apodos de dos matones: El Tiburón y El Güero.
La enfermera había dado su versión, en la que relató los motivos que la llevaron a divorciarse del marido y de cómo, años después, había decidido vengarse por el desprecio y la desatención hacia sus hijos, ya queno cumplía con sus obligaciones de padre, por lo que ella tenía que trabajar horas extras; faltaba, por lo tanto, el testimonio del amante, quien había sido su paciente en un hospital de especialidades, y cuya versión solo variaría en matices y detalles, pues en esencia era lo mismo.
Días después de ese 26 de agosto, cuando la enfermera de 48 años fue detenida para ser entrevistada sobre ladesaparición de su marido, la policía por fin rastreó el paradero de su amante, quien fue presentado para que desembuchara. El presunto despepitó algunos pormenores. La historia era la misma; nada más faltaban algunos datos para armar, al menos, otra arista del rompecabezas.
De ese caso, como sucede en otros más, quedaban fragmentos a la deriva, pues el perfil de los asesinos apenas aparece de maneradifuminada, por lo que no solo faltaban detallar los impulsos que avivaron sus instintos —“no me imaginé la crueldad”, diría la enfermera, quien había solicitado un préstamo para solventar el asesinato —, sino que fuera localizado y hablara otro actor en este entramado: el amante.
Y siguieron sus rastros.
Aquel hecho del 10 de agosto, del que ya había avances en la indagatoria, formaba parte delos 559 homicidios dolosos ocurridos en el Distrito Federal, durante el periodo de enero a septiembre, según balance del Consejo Ciudadano de la Ciudad de México, cuyo análisis muestra que siete de cada 10 asesinatos están relacionados con riñas, venganzas y motivos pasionales.
“Es decir, 80 por ciento de los homicidios son por la forma negativa en que como sociedad resolvemos nuestrosproblemas”, comentó el pasado lunes Luis Wertman, presidente de ese organismo civil, durante la presentación del Reporte de Índice Delictivo que abarca ese periodo.
Y aquel asesinato parecía estar precedido por una mezcla de venganza y motivos pasionales, pues la mujer había mostrado demasiado enfado, mientras que el amante acumulaba odio, como consecuencia del proceder de aquel hombre con el que laenfermera había concebido tres hijos.
Porque el amante era colérico, y lo demostró una vez más el día que amenazó con llegar a casa de su amada, quien le suplicó que no cometiera tal imprudencia, pues estaba de visita el padre de sus hijos; pero él no hizo caso y desde la banqueta, frente a su domicilio, comenzó a hostigarla.
El amante sería detenido por los agentes de Investigación el 26 de agosto,como presunto culpable del delito de homicidio doloso.
“Modus operandi: al tener a la vista a la víctima la suben a su vehículo —dice el informe policíaco — y posteriormente con dos balazos lo privan de la vida”.
Un crimen con arma de fuego, a pesar de que más de ocho mil de éstas han sido intercambiadas por despensas y computadoras en los últimos 9 meses de este año.
Pero no todos los dueños dearmas están dispuestos a intercambiarlas, como aquellos que utilizaron la suya para matar al exmarido de la enfermera, quien ya había comentado sus intenciones al amante, mismo que a su vez soltó un comentario en casa de su hermana en el sentido de si conocían a personas que pudieran hacer “un trabajo”, refiriéndose a terminar con la vida de su rival en amores, y entonces salieron a relucir dos...
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