Lewa
Hacía un buen día, el sol empezaba a salir por el horizonte y el cielo estaba despejado. Aina miró su reloj y vio que no iba a llegar a tiempo a clase así que, aceleró el paso. Su hermana la seguía con cierta dificultad.
-¡Espera!-gritó Nagore tropezandocon sus propios pies
- Llegamos tarde, date prisa que me pondrán una falta y eso no me conviene-.
Aina seguía con el paso rápido, y Nagore comenzó a correr hasta alcanzarla. Llegaron al colegio y cada una se fue por pasillos diferentes, hacia su clase.
Pasaban las horas y Aina se aburría cada vez más. Era tal su aburrimiento que se quedó dormida en plena clase de matemáticas. La despertóun ligero golpe en la nuca.
-Despierta bella durmiente- sonó la voz grave de un hombre.
Aina no dijo nada. Se quedó muda de la vergüenza que aquella situación le causaba. Después de reflexionar un instante decidió responder a ese comentario:
-Perdón, pero estoy muy cansada, no he dormido bien-.
-Eso no es excusa para quedarte dormida en mi clase- replicó el profesor- y por ese mismomotivo vas a hacer el siguiente ejercicio. Sal a la pizarra.
Se acabaron las clases, y Aina no tenía ganas de volver a su casa, así que, decidió ir a un parque que tenía en el centro un gran lago, allí podría pensar con claridad. Llegó hasta aquel parque con un ligero paso, tenía ganas de llegar y sentarse cerca de la orilla del estanque.
Pasaron las horas y ella seguía allí, relajada ypensativa. De repente se oyó un ruido muy extraño, como si alguien la estuviera vigilando, un ruido silencioso pero perceptible a su oído tan eficaz como el de un lobo. Se giró para comprobar que lo que estaba escuchando era fruto de su imaginación. Pero se equivocó, cuando se giró para volver su vista al lago se topó con la mirada de alguien. Intentó averiguar quién era, pero ya había entrado lanoche y allí no se veía nada. Notó que una corriente fría recorría todo su cuerpo, y se puso aún más nerviosa. Lo que sí sabía era que la persona que estaba junto a ella era un chico. Un chico con los ojos claros, tan claros que se veían en la oscuridad.
-¿Quién eres? ¿Qué haces aquí observándome?
-Me llamo Shanir y vengo a hablar contigo, necesito tu ayuda, te necesito a ti.
-¿Qué puedohacer yo por alguien que ni si quiera conozco? Explícate.
-Aunque te parezca raro, nos conocemos, tú no te acuerdas, pero yo sí. Y sé que eres la única persona que nos puede ayudar a mis amigos y a mí. Tú eres nuestra salvación.
-Déjate de bromas, hoy no estoy para aguantar tonterías, y mucho menos las de alguien que no conozco.
Aina se levantó y se fue corriendo, temiendo por si laatacaría por la espalda .Se dio cuenta de que ya no había peligro, así que empezó a frenar el paso, ya estaba cansada de correr. En el trayecto a su casa comenzó a pensar en ese chico, en Shanir. Aunque hubieran estado a oscuras, los rasgos del muchacho se definían perfectamente. Era moreno, de ojos claros, alto y bastante tranquilo, porque cada palabra que pronunciaba, era serena y se notaba en suvoz que no había preocupación en su interior. Ya no sabía nada más acerca de él, aparte de que le tenía miedo, o quizás respeto.
Llegó a su casa, subió a la habitación y se puso los cascos. De pronto la música cesó y empezaba a escuchar una voz, que reconoció al instante, Shanir. ¿Cómo podría haber conseguido meterse en su cabeza? Era imposible, tenían que ser alucinaciones. Pero otra vez se...
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