Ley 30
La propuesta de reforma de la Ley de educación superior (Ley 30 de 1992) que presentó el presidente Juan ManuelSantos hace unos cuantos meses deja todavia a los rectores de universidades públicas y privadas, además de sorprendidos, con un sin sabor y una nube de preguntas que todavía no se han resuelto.
Elgobierno y universidades coinciden en la necesidad de transformar el sector, para que responda a los nuevos proyectos sociales, económicos, tecnológicos y culturales que vive el país, son muy diferentesa las que existían hace mas de 15 años cuando se promulgó esta ley.
Se ha encuestado aquí en Colombia que el número de estudiantes en las universidades pasó de 1’040.000, en el 2002, a 1’750.000, enel 2009, en el país hay más de 3’200.000 jóvenes que no acceden a una educación superior. Además, cada año 600.000 nuevos bachilleres salen a demandar formación profesional y si no lo logran sequedan laborando y ganándose el sustento.
Este problema, que inevitablemente está acompañado de más recursos, motivó al Gobierno a incluir dentro de la reforma propuestas discutibles como la creación deuniversidades con ánimo de lucro y permitir que las empresas puedan invertir en las instituciones de educación superior pública y así privatizarlos permanentemente. La propuesta no cayó muy bienentre las universidades públicas y privadas. Los rectores, que lamentan no haber sido consultados, analizan al detalle de esta reforma que no es justa y es inconclusa. Pues estos mismos, planearon llevarante el Congreso de la República un proyecto de reforma con estatus que se refieran más a ellos en el tema.
De todas maneras, son más los problemas que deja esta propuesta, en especial en los temasfinanciero y de las universidades, que sin duda serán dos cuestiones de los que serán más debatidos en los espacios que el Ministerio de Educación tiene abiertos para recibir algunos aportes de...
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