La ley de causa y efecto es tan absoluta e inevitable en el reino oculto de los pensamientos como lo es en el mundo de los objetos visibles ymateriales. El hombre es siempre el amo y señor, aún en su estado de mayor debilidad y abandono; pero en su debilidad y degradación es el amo necio quegobierna mal sus asuntos. Cuando empieza a reflexionar acerca de su condición, y a buscar diligentemente la Ley que lo llevó a ese estado, se transforma en elamo sabio, canalizando inteligentemente su energía, y elaborando pensamientos fructíferos. Por una elemental ley, todo hombre llega al punto dondeestá; los pensamientos que ha incorporado a su carácter lo han llevado ahí, y en el concierto de su vida no existe el azar, sino que todo es resultado deuna ley infalible. Esto es cierto tanto para aquellos que se sienten descontentos con su entorno como para aquellos que están satisfechos con él, esdecir, tanto para aquellos que pasan agradecidos por su “buena suerte” tanto para aquellos que viven desesperados y responsabilizando a la “mala suerte”por todo lo que les sale mal. Buenos pensamientos y acciones jamás pueden producir malos resultados; malos pensamientos y acciones no pueden jamásproducir buenos resultados. Esto no es otra cosa que afirmar que no puede cosecharse más que trigo del trigo, u ortiga de la ortiga. El hombre entiendeesto en el mundo natural, y trabaja con ese conocimiento; pero pocos lo entienden en el mundo moral y mental, y por lo mismo no cooperan con esa ley.
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