ley contra la comida chatarra
Para empezar, la comida chatarra son todos aquellos productos ricos en grasas trans o que superan los porcentajes mínimos de sal, azúcar y aditivos industriales.Según esta definición, serían chatarra las galletas –y si son rellenas, más todavía–, chupetines, caramelos, golosinas, jugos, snacks, panecillos, bizcochos, gaseosas, cremas, helados, conservas, lecheschocolatadas, productos precocidos y cereales, entre otros productos envasados que cumplen con esas características.
Solo para que tengamos una idea, el 54% de niños y adolescentes en edad escolarconsume gaseosas una o más veces a la semana, solo un 23% consume frutas y un 1% come verduras. Y en deporte, apenas si se motiva la práctica en los colegios.
El año pasado, el Ministerio de Saludenvió una alerta: el incremento en el consumo de comida chatarra obligaba a una reforma en el Congreso para la aplicación de un impuesto especial para todos aquellos alimentos considerados chatarra.Esta reforma estaba dirigida a proponer una mejor alimentación en los niños y adolescentes, libre de grasas trans, alto contenido de azúcar, sodio y grasas saturadas.
Casi un año después, luego demuchos pros y contras con respecto a esta reforma, el Congreso aprobó la Ley de promoción de la alimentación saludable para niños y adolescentes, que entre otras cosas restringe la publicidad dealimentos y bebidas no alcohólicas con el fin de reducir las enfermedades vinculadas con el sobrepeso y obesidad.
La medida como tal parece buena, una reforma integral en el sistema educativo y dealimentación en el que también se sugiere una mayor actividad física para los alumnos y también la elaboración de una publicidad más transparente y realista. Sin embargo, prohibirle a las personas dormir uobligarlas a hacer más ejercicio y comer sano, lo vuelve algo más atractivo a las personas.
Si bien, algunos países han intentado aplicar la misma norma, la mayoría con resultados negativos como...
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