ley de mercado de valores
SITUACIÓN MORAL DE LA SEXUALIDAD
Pbro. Jorge M. Blanco Calderón
Moralista
Introducción
Hombre y mujer, en su camino procesual de realización humana, reconocen en sí mismos su capacidad de decidirse libremente y reconocen, a la vez, que sus decisiones están ligadas a un deber de respeto y también realización a y de sí mismo, prójimo, comunidad, naturaleza.
Así mismo, hombres y mujeresde nuestro tiempo están cada vez más persuadidos de que la dignidad y la vocación humanas piden que, iluminados por la inteligencia, ellos descubran los valores ya existentes en sus propias personas, que los desarrollen constantemente y que los realicen en su vida para un progreso aún mayor
El ser humano, sin embargo, en sus juicios acerca de los valores morales, no puede proceder según supersonal arbitrio. el descubre, en lo más profundo de su conciencia, la existencia de una ley, que él no se dicta a sí mismo, pero a la cual debe obedecer...advirtiéndole que debe amar y practicar el bien y que debe evitar el mal... (y) en cuya obediencia consiste la dignidad humana y por lo cual será juzgado personalmente, (GS 16).
Al mismo tiempo no debemos olvidar, que para un cristiano, Dios hadado a conocer, por su Revelación, su designio de salvación, y por tanto de realización personal y comunitaria. El valor de la moralidad revelada emana del destino dispuesto por Dios, del fin inscrito por Dios en el ser humano. Ambos significan y reclaman al ser humano un proceso de adecuación a la imagen de Dios.
La auténtica moralidad lleva el sello del amor y por lo tanto, el de la libertad. Asípues, hombre y mujer están llamados a realizar el mandato divino del amor en toda su existencia y por ende, en todos los órdenes de sus vidas.
La teología moral entendida como aquella parte de la teología que iluminada por la Revelación y por la fe vivida en la comunidad eclesial, presta su aportación al cambio procesual de humanización plena de las personas y de la sociedad, bajo el seguimientode Cristo Jesús y de su Reino trata de asistirles para ello exponiendo con claridad los órdenes y problemas principales, pero no puede quitarles los juicios y decisiones morales en su concreción postrera.
Amor a sí mismo y amor al prójimo piden al hombre y a la mujer que afirmen y acepten la comunidad, necesario respaldo para su existencia y posteridad, y en la que pueden y deben dar pruebas enlas sociedades naturales menores, es decir, en el matrimonio privilegiado espacio donde se realiza el amor de hombre y mujer, y en la familia.
Planteamiento general de la moral sexual
Todo hombre y la mujer, creados por el Amor, en el Amor y para el Amor, han recibido un especial llamado: El seguimiento al Señor Jesús. Seguimiento tal que es común a todos los seres humanos, y que podemosconcretizarlo en un estilo de vida específico en sus relaciones con Dios, consigo mismo, con su prójimo, con la sociedad y con el mundo. Este seguimiento, por tanto, tiene lugar en una perspectiva evangélica, es un seguimiento, real a Jesús que es el camino y la vida, para alcanzar a través de la comunión con el Padre en el Espíritu Santo, la realización plena del ser y de la dignidad de la personahumana.
Así mismo, el seguimiento real al Señor Jesús, exige en las circunstancias de la vida, el reconocimiento que no puede haber verdadera realización y vivencia del amor, verdadera promoción de la dignidad humana, sino en el respeto del ethos esencial de la persona humana. Ethos que se enriquece e ilumina por los principios inmutables fundados sobre los elementos constitutivos y sobre lasrelaciones esenciales de todo ser humano.
Ahora bien, tales fundamentales principios, comprensibles por la razón, están contenidos en "la ley divina, eterna, objetiva y universal, por la que Dios ordena, dirige y gobierna el mundo y los caminos de la comunidad humana según el designio de su sabiduría y de su amor. Dios hace partícipe al hombre de esta su ley, de manera que el hombre, por su suave...
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