Ley racista en arizona

El viernes 23 de abril, la gobernadora del estado de Arizona, Jan Brewer, promulgó la polémica nueva ley que criminaliza la inmigración de indocumentados y obliga a los agentes policiales locales ahacer cumplir las leyes de inmigración federales, que en la práctica se traduce en la obligación de la policía local de efectuar arrestos sólo porque exista una “sospecha razonable”. De lo contrario,los agentes podrían ser demandados por residentes de sus respectivas comunidades. Se estima que más de 10 millones de personas viven y trabajan en el país sin la documentación adecuada, y esta leyconvertirá a Arizona en el primer estado de EE.UU. en criminalizar este tipo de inmigración. Los principales afectados son quienes provienen de México, calculándose que la decisión afectará a más de400.000 mexicanos que residen en ese estado sin documentación migratoria.

Esta nueva disposición legal es sin duda alguna lamentable. Una dura bofetada a la pretensión de una sociedad regida bajoprincipios democráticos, una medida que como siempre, perjudica a los más desposeídos y que violenta abiertamente los Derechos Humanos, lo cual resulta irónico viniendo del país autodenominado baluarte enla defensa de las libertades civiles y que pretende empapar al mundo de su imponente Democracia. En lo medular, esta ley contraviene en forma abierta la cuarta enmienda de la Constitución de EE.UU. que“prohíbe los registros y las detenciones arbitrarias”, y que exige a los agentes policiales "tener una causa probable o una orden judicial antes de detener a una persona", fundamentos queprobablemente serán fuente de una futura pugna judicial. La arbitrariedad queda de manifiesto en que la “sospecha razonable” como fundamento de detención no tiene ninguna base objetiva, sino que por elcontrario, lo único que hace es singularizar a un grupo étnico específico y dejando de paso, la puerta abierta al abuso y la discriminación. Esta medida afecta a todos los inmigrantes cualquiera sea su...