Leyenda
Hace mucho tiempo ya que en cierta calle de la ciudad, vivía una hermosa señorita de nombre Antonia; esta doncella era tan hermosa que todos los jóvenesdel pueblo la habían cortejado. Eran jóvenes ricos y de buena familia, pero a ella eso no le importaba, así que se enamoró de un pobre, aunque muy honrado, muchacho de nombre Juan. Juan siempre quepodía iba al balcón de su amada a llevarle serenata, solo él y su guitarra en medio de la obscuridad. Una noche Antonia se encontraba en su balcón esperando a su querido Juan, pero esa noche era... rara.No había luna, ni estrellas; no había sonido alguno, ni siquiera el canto de algún triste grillito se escuchaba. Solo reinaba una obscuridad terrible que heló de miedo el corazón de la muchacha y justocuando iba a persignarse escuchó los dulces acordes de una guitarra. Emocionada se levantó de su asiento y trató de distinguir la silueta de Juan en medio de la noche... pero lo único que pudo verfue una sombra de gran tamaño que se acercaba lentamente a su casita de adobe. Conforme más avanzaba la silueta a su casa, más claros eran los contornos de la figura; sin lugar a dudas se trataba de unhombre vestido de charro, su sombrero negro tapaba su cara y su porte era imponente. Antonia sabía que ese ser no era su novio, que debía entrar a la casa... pero ella no podía pensar con claridad, lavoz del hombre era tan suave, tan encantadora y sublime que la tenía por completo atontada. El charro negro se acercó al balcón, tomó la mano de Antonia y ella sintió un extraño y doloroso calor ensu palma... se asustó. Mientras tanto Juan, que caminaba con su guitarra en mano, pudo ver como un hombre cortejaba a su novia justo delante de sus narices. Enojadísimo corrió hasta él y le gritó;...
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