Leyendas Dany
Una mujer que en vida respondiera al nombre d Enriqueta, yace desde hace muchos años, en una sepultura del panteón de Puerta Blanca, bajo un maderamen que impide leer la inscripción.
La joven dama murió siendo muy joven. Según cuentan, su anticipado deceso se debe a que fue víctima de la crueldad de su padre, u hombre de austeras y severas costumbres, quien se entero deque su hija se había enamorado de un hombre al que no consideraba que llenaría los requisitos de un buen yerno, y por tanto era indigno de emparentar con ellos. El autoritario padre decidió encerrar por tiempo indefinido a su hija, vigilandla celosamente y pensando que con esta medida se daría termino a ese noviazgo inaceptable. De paso la alejo del mundo, ya que pocos volvieron a verla o asaber de ella.
Como buena hija, Enriqueta obedeció sumisa la autoridad de su padre, confinándose al claustro de su casa, pero tanto fue el dolor causado por la ausencia del ser amado, que comenzó por dejar de comer, abandonándose en una ietre lenta, hasta que con el paso del tiempo, su pálida tés, débil y demacrada en extremo, enfermo irreparablemente.
Un buen día amaneció ya sin fuerzas paralevantarse, estando a punto de acabar con su vida.
Parecían tardíos e inútiles los esfuerzos del padre por tratar de salvarle. Abatido le ofreció disculpas y clamo su perdón. En su arrepentimiento manifestó otorgarle lo que fuera necesario a cambio de que colaborara con los médicos para su pronta recuperación. Ella solo le pidió una cosa: su permiso y bendición para casarse con el hombre que amaba ypor quien su padre la había encerrado. No pedía más. No deseaba otra cosa que no fuera continuar su relación amorosa.
Pese a la agonía de la hija el padre no quería ceder. Se resistía imaginar cómo esposo de su hija a aquel hombre. Mirando el deterioro que había causado a su hija cavilaba desesperado; por ultimo acepto no sin desagrado la petición.
Tuvo que aguantar el dolor que le provocaba ellamentable estado de salud de su hija y el irreprimible coraje de mirarla desposarse con quién detestaba, presenciado el enlace matrimonial. Una vez terminada la ceremonia llamó a su ahora yerno, lo llevó a una habitación para estará solas con él, y una vez ahí le echo en cara su desprecio, lo insultó hasta el cansancio y lo corrió de la casa.
El joven lo escucho con paciencia, para después en tonosereno y decidido, responderle que si bien antes había podido intervenir para no permitirle a su hija verse con él, ahora las cosas serían diferentes, puesto que siendo legítimo esposo de su hija Enriqueta, su deber era estar junto a su mujer agonizante, a quién poco le faltaba para el descanso final, pero que mientras no llegara ese momento definitivo nadie podría quitarle el privilegio de estara su lado. Todo parecía que al estar cansada Enriqueta podría recuperarse. No fue así: su salud estaba quebrantada desde hacía tiempo. Una tarde tomada de la mano de su esposo y mirándose en sus ojos le dijo: ’’Volveré’’, acompañado su queda voz con un ligero y cálido apretón de manos. Instantes después, Enriqueta dejó de existir. Al cuerpo de Enriqueta le fue puesto un vestido de gasaazul pálido: su esposo entrelazó en sus manos un pequeño ramo de flores de Nomeolvides. Una vez preparada, su marido la besó y salió de esa casa para siempre. Como en muchas historias que terminan de modo parecido se pensó si concluiría, pero tal dama regresó, según cuentan algunos. Pero se volvió como un espectro que sale de su tumba en busca del ser amado. Quienes viven cerca de del panteón de PuertaBlanca, dicen haber visto caminando por las noches a una mujer joven portando un vestido claro de gasa y llevando un ramito.
El jinete sin cabeza
Un señor ya viejo que se llamaba Carmelo tenía una parcela en el Valle de Mexicali, donde sembraba, según la temporada, algodón o trigo; la cuidaba mucho y tenía la costumbre de regarla en la madrugada, porque a esa hora las matas aprovechaban más el...
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