Leyendas De Imbabura
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Cuando los tiempos eran tempranos y los soles besaban amorosamente la tierra, Manuel se enamoró apasionadamente de Maria Isabel Cotacachi; amaba en ella su altiva coronade rocas y nieves. Se conocieron cuando el varonil Manuel cazaba venados. En cierta ocasión los animales se refugiaron en las nieves de Cotacachi y fue entonces cuando la vió y se rindió a sus pies.El amor correspondido fue intenso y volcánico.
Durante el día el arco iris transportaba sus mensajes románticos y en las noches tormentosas, los rayos fulgurantes se encargaban de transmitir losardores amorosos de los dos colosos. Tuvieron tres hijos, tres picachos que permanecen junto a la madre, al lado norte de la montaña. Marido y mujer se visitaban todas las noches.
Otra leyenda de lacosmología mítica de la zona cuenta que el Taita es poseedor de todo el volcán que, en sí, es él mismo y que tiene en su interior una hacienda a la que se llega sólo accidentalmente porque abundantesmatorrales ocultan la entrada; encontrarla es obra de la casualidad o de la voluntad del Taita. Quienes lo han hecho han descubierto huertas de nabos, de "orejas de conejo" y extensos trigales biencuidados. En este territorio domina el Taita, señor alto, de rostro blanco y ojos azules, se cubre con poncho, sombrero y botas. No siempre permanece en el interior del volcán, sale a caminar confrecuencia por los senderos del monte y, a veces, llega hasta las calles de Otavalo. Entonces se viste de "natural" y nadie se da cuenta de sus verdaderas personalidades, pero la mágica presencia no logra...
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