leyendas de toluca
y Tradiciones
Leyendas de la ciudad de Toluca
El fantasma de Mirafuentes
El general Juan N. Mirafuentes fue Gobernador del Estado de México en el siglo
XIX. El 22 de abril de 1880 falleció aún
siendo Gobernador, a la edad de 42 años.
Su féretro se llevó al Panteón de Santa
Clara, ubicado frente a la iglesia del mismo nombre, en la actual avenida Hidalgo
de la ciudadde Toluca.
Esto, sin embargo, no fue lo último
que se escuchó del general: durante los
meses que siguieron a su sepelio, los vecinos del barrio aseguraban que por las
noches Mirafuentes dejaba su tumba y recorría con su caballo como una sombra, el
panteón y las calles cercanas, aterrando a
todos los parroquianos. Ello, incluso apareció en los periódicos de la época.
Posteriormente, haciala década de
1890 se construyó el Panteón General a
fin de concentrar los pequeños panteones
y dar una mayor sanidad a la ciudad. Por
esta razón el cementerio de Santa Clara fue
clausurado y en 1901 se trasladaron los
restos mortuorios del general Mirafuentes
En la tradición del relato oral mexiquense,
las leyendas constituyen el ejemplo perfecto donde
la imaginación y la historiaconvergen para
representar nuestros miedos más arraigados
al Panteón de la Soledad (Panteón General). La historia no terminó allí pues poco
tiempo después de llegar a su nuevo sitio
de descanso, se decía que el espíritu del
general rondaba también los alrededores
durante toda la noche, montado en su brioso caballo.
Las personas que vivían en las cercanías del Panteón General, aterrados,decidieron colocar una piedra enorme sobre
la tumba del general Mirafuentes, con el
objeto de impedir que éste volviera a salir
de su sepulcro. Al parecer la medida fue
efectiva, pues a partir de ese momento no
volvió a saberse del general o del caballo
fantasma.
El espectro de la pared
Corría la última noche del año y Silvestre,
un hombre que había desperdiciado la herencia de sus padres entreplaceres mundanos y el juego, se encontraba enfermo
y hambriento en el interior de un sucio cuchitril, tendido en un inmundo camastro,
intentando dormitar, no esperando ninguna otra cosa más que la muerte.
Muchas horas permaneció así, hasta
que un ruido lo sacó de su letargo; ignorándolo al principio, terminó por incorporarse ante la insistencia del sonido. En-
29
nuestros rincones
ytradiciones
tonces, para su sorpresa y horror, frente a
él, en uno de los muros, una masa oscura
comenzó a tomar forma humana, tendida
en un ataúd y envuelta en pálido sudario.
Lentamente la figura se incorporó, revelando a Silvestre un rostro que no era más
que un pellejo amarillento y consumido
cubriendo una calavera.
El ente se acercó a Silvestre que, en
medio del pánico, alcanzó apreguntar sobre qué era lo que deseaba. Ésta respondió con voz cavernosa, que era un alma
en pena y que deseaba oraciones por su
paz eterna. El ánima señaló un punto de
la pared al asustado hombre y le ordenó
buscar en ella una moneda de medio real,
también exigió que, después de encontrado, buscara siete y medio más para juntar
un peso y con él, pagar una misa. Antes
de desvanecerse, elespectro advirtió que
regresaría cada noche hasta que Silvestre
cumpliera lo requerido. Después de esto el
hombre se desmayó.
Al día siguiente, el hambriento hombre
creyó que todo había sido una pesadilla
provocada por la enfermedad y el hambre.
Sin embargo, cuando cayó la noche e intentaba conciliar el sueño, para su horror,
ocurrió el mismo fenómeno que la noche
anterior. Esta ocasión, untembloroso Silvestre buscó el medio real. Hizo un agujero en la pared que el ánima le había señalado y después de cierto tiempo, encontró
un pequeño hueco en cuyo interior había
una moneda: era un medio real.
Silvestre se dirigió a una casa de juego
de poca reputación. Para su fortuna, un
extranjero allí presente, se interesó por la
antigua moneda y le ofreció dos pesos por
aquella pieza....
Regístrate para leer el documento completo.