Leyendas
Había una mujer que llevaba su vaquita al Panecillo.
Allí la pastaba siempre porque no tenía potrero propio.
Un buen día, mientras recogía un poco de leña, dejó al animal cerca de la olla que todavía hay en la cima de la colina. A su regreso ya no lo encontró en ese lugar. Llena de susto se puso a buscarlo por los alrededores.
Algunas horas pasaron y la vaquitano asomó. Bajó hasta el fondo de la enorme olla y dio más bien con la entrada de un inmenso palacio encantado. Sentada en el trono estaba una bella princesa.
Al ver ahí a la humilde señora, la Princesa le preguntó sonriendo acerca del motivo, de su visita. Llorando le contó lo sucedido esa tarde.
También le dijo que, de no hallar a su vaquita lechera se quedaría en la mayor miseria del mundo.Para calmar un tanto el sufrimiento que padecía, la Princesa le regaló un choclo y un ladrillo de oro. También la consoló asegurándole que su querida vaquita estaba sana y salva en el prado.
La pobre mujer no tuvo sino lágrimas de gratitud por semejante generosidad. Y salió contenta del palacio, sujetando bien contra su pecho el maravilloso obsequio. Apenas llegó a la puerta de la olla mágica tuvootra gran sorpresa. La vaquita le lanzó un mugido y movió con cariño su cola. La dueña y su animal se dirigieron al hogar, en donde vivieron felices por el resto de sus días.
LA VIUDA DEL TAMARINDO (GUAYAS)
Era un tamarindo antiguo que existía donde era la quinta Pareja. La quinta Pareja quedaba donde es ahora la Clínica Guayaquil. Las calles exactamente creo que son: Tomás Martínez yGeneral Córdova, en esa área. En esa época era una finca. No era una quinta. Se llamaba quinta y era un lugar abandonado y los tunantes, o sea las personas que andaban tras del trago, iban solos, y en camino a casa, miraban una mujer vestida de negro que parecía muy bella. En ese tiempo no había pues mayor alumbrado. Entonces el tunante, pues, éste que estaba, seguía ¿no? seguía, perseguía a la viudaésta, a la aparición ésta, y ésta lo llevaba siempre a un tamarindo añoso lo llevaba allí. Cuando él iba pues, cuando él llegaba ya casi al pie del tamarindo y luego se volteaba y la viuda había sido una calavera de la muerte! Una calavera, de decir: ¡tremenda! El tunante caía echando espuma por la boca.
EL PARTIDEÑO DE ORIENTE (ORIENTE)
Era un bandido generoso que robaba a los potentados y alos usureros para favorecer a los más necesitados, el equivalente salvadoreño de aquel Robin Hood ingles.
Si es que realmente existió- vivió a finales del siglo XIX y se le conoció como el Partideño. Al deseo justiciero se le añade el de venganza, surgido por humillaciones sentimentales recibidas. Era un joven trabajador que se caso con una muchacha, la que a su vez es requerida por Don Luis,un acomodado pueblerino. Este decide secuestrar a la recién casada en su fiesta de bodas, cosas que logra con la ayuda de sus parciales.
Naturalmente, el burlador huye con su presa a fin de escapar del afrontado marido. Este localizó -en un pueblo lejano- al afrentoso enemigo en casa del padre. Sigilosamente entro al aposento y se escondió y con el puñal en mano lo mato, pero Don Luis nodurmió esa noche allí si no que su padre, quien fue la víctima mortal e inocente del vengador.
Derrumbado moralmente, el partideño dejo sus labores y se convirtió en prófugo de la ley y dirigente de un partido de perversos, que operaba en el oriente del país. Entre tanto don Luis vivió a salto de mata, evadiendo al vengador. Se sabía que no lo acompañaba la mujer de la discordia.
La giraladronesca hizo aparecer al personaje aquí y allá. Así pasó muchos años, vagando por riscos y montañas como salteador de caminos, quizá con la esperanza ya extinta de hallar al hombre que tanto odiaba.
En sus correrías, supo el partideño que, esperado con pompa y boato, venia hacia San Miguel un nuevo gobernador, nombrado por la Real Audiencia de Guatemala. El partideño asalto al cortejo y dio muerte...
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