Leyes de Burgos
El 27 dediciembre de 1512, Juana la Loca y su padre el regente Fernando de Aragón rubricaron unas Ordenanzas reales para el buen regimiento y tratamiento de los indios. Siete meses más tarde, expidieron en Valladolid una “declaración e moderación de las dichas hordenanças” (en adelante Adenda). Ambos documentos, conocidos bajo el nombre de Leyes de Burgos, constituyen un hito en la historia delDerecho en América Latina.
Las Leyes de Burgos representan la primera regulación sistemática y coherente de las relaciones sociales en la naciente sociedad colonial y muy particularmente el primer código laboral escrito y conocido del Nuevo Mundo.
ANTECEDENTES
Para encontrar los orígenes de las Leyes de Burgos debemos remontarnos a los sermones de fray Antonio de Montesinos duranteel Adviento de 1511. La clave está en situar dicho episodio en el contexto concreto de la coyuntura económica y social que estaba viviendo la colonia y los desafíos que planteaba la permanencia de los cristianos en el Nuevo Mundo. La explicación de esa coyuntura permite comprender por qué los acontecimientos desembocaron en la adopción de las Leyes de Burgos.
Dos asuntos sobresalen en laproblemática que aqueja la colonia en ese momento: la producción de oro y la mano de obra indígena. Pero, si estos dos problemas constituían el núcleo de la sociedad colonial, las preocupaciones de la Corona, sus funcionarios y los colonos giraban alrededor del segundo de ellos porque el sistema todo descansaba sobre el trabajo indígena. Así que el problema de fondo sobre el que aparece la figurade Montesinos es la que debe ser calificada como tragedia de los indios.
La escasez de mano de obra era ya un problema en 1506. Las soluciones que se ensayaron fueron fundamentalmente tres: a) rotación de los repartimientos, b) introducción de esclavos africanos c) las correrías a las islas adyacentes y costas continentales declaradas ‘inútiles’ con el objeto de cazar y traer a trabajar a LaEspañola los indios en masa así raptados. Para solicitar la aprobación regia de esta práctica viajaron expresamente a la Corte dos Procuradores de la isla. Tan buena traza se dieron Antón Serrano y Diego de Nicuesa para presentar su infame proyecto que “Fernando el Católico aceptó en el acto”. “Me ha parecido muy bien” –sentenció el rey el 30 de abril de 1508.
El muy católico Fernando dioluz verde al asolamiento de la cuenca caribe del continente. Y aunque el rey ordenó que aquello se hiciese con el “menos escándalo que se pudiese hacer”, lo cierto es que se desataron auténticas cacerías humanas instigadas por el propio rey. La caza y distribución en masa de piezas humanas ‘inútiles’ para convertirlas en útiles en las minas y empresas de La Española se volvió en un negocio tanlucrativo que en él participaban funcionarios del más alto rango.
La ley capitalista de la oferta y la demanda actuaba ya en el caso de la mercancía humana. La competencia entre proveedores con la consiguiente sobreoferta redujo el precio de los indios a 4 pesos la unidad. En estas condiciones el recurso humano podía parecer inagotable a los más desaprensivos. Los encomenderos en particular secuidaban muy poco del trato dispensado y menos aún de la evangelización de aquellos que, entre otras lindezas, llamaban perros.
El impacto sobre la producción aurífera fue inmediato. Sólo en remesas al rey por la parte que le tocaba, hechos todos los desfalcos, la Casa de Contratación de Sevilla registró 27.500 pesos de oro en el segundo semestre de 1509, 44.400 en 1510 y 53.000 en 151124. La...
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