Libertad de morir
Páginas: 2 (418 palabras)
Publicado: 5 de mayo de 2013
En Contravía
LIBERTAD DE MORIR
Por: Sara María Uribe Carvajal
No somos tan libres. Estamos sujetos a todas las normas, leyes y mandamientos que el hombre ha inventado, somos prisioneros del quédirán y estamos obedeciendo siempre los designios del estómago. Estamos casi diseñados para seguir al pie de la letra, el manual que guía nuestras decisiones, nos dirige la vida y hasta la muerte.
Yole vi la cara a la muerte en los ojos de mi abuela. Tenía una expresión de ansiedad reprimida, un deseo incesante de estallar para liberarse y un afán de no seguir sintiendo el vértigo del abismo.Entonces, cuando uno ve eso, puede ser un poco menos material, un poco más racional, un poco más humano.
Uno empieza a aceptar la muerte como parte de la vida, a reconocer el final de los ciclos y acomprender que el objetivo de “felicidad” que todos tenemos por insignia, se deteriora, se mancha y se pudre cuando se obliga a alargar el vuelo de las alas de una vida que ya quieren reposar.
Yo estabaahí, confrontando mis principios religiosos y los principios que me otorga la razón y supe que no había nada más digno y hermoso que la sonrisa de un rostro ajeno o por lo menos su recuerdo. Yo,preferí guardarme en la mente el gesto dichoso de mi abuela y no la expresión de hastío y fatiga a la que hace llegar la enfermedad.
Nos enceguecemos ante la miseria humana, solo porque la costumbre noshace ciegos. Indigna pensar que hasta nuestra muerte es reglamentada; controlados siempre por ese sin fin de normas y mandamientos que le quedan mejor al autómata de George Meliès que a un ser humanovulnerable y sensible.
Decidir morir cuando ya no existe posibilidad de calidad de vida es casi un acto de amor propio que nadie debería negarnos, es hacer uso del “último resquicio de libertad quenos queda”, es culminar la vida sin abusar de ella, sin malgastarla, sin torturarla.
El Congreso no debería alargar más las decisiones frente a este tema, que en el uso de la poca libertad que...
LIBERTAD DE MORIR
Por: Sara María Uribe Carvajal
No somos tan libres. Estamos sujetos a todas las normas, leyes y mandamientos que el hombre ha inventado, somos prisioneros del quédirán y estamos obedeciendo siempre los designios del estómago. Estamos casi diseñados para seguir al pie de la letra, el manual que guía nuestras decisiones, nos dirige la vida y hasta la muerte.
Yole vi la cara a la muerte en los ojos de mi abuela. Tenía una expresión de ansiedad reprimida, un deseo incesante de estallar para liberarse y un afán de no seguir sintiendo el vértigo del abismo.Entonces, cuando uno ve eso, puede ser un poco menos material, un poco más racional, un poco más humano.
Uno empieza a aceptar la muerte como parte de la vida, a reconocer el final de los ciclos y acomprender que el objetivo de “felicidad” que todos tenemos por insignia, se deteriora, se mancha y se pudre cuando se obliga a alargar el vuelo de las alas de una vida que ya quieren reposar.
Yo estabaahí, confrontando mis principios religiosos y los principios que me otorga la razón y supe que no había nada más digno y hermoso que la sonrisa de un rostro ajeno o por lo menos su recuerdo. Yo,preferí guardarme en la mente el gesto dichoso de mi abuela y no la expresión de hastío y fatiga a la que hace llegar la enfermedad.
Nos enceguecemos ante la miseria humana, solo porque la costumbre noshace ciegos. Indigna pensar que hasta nuestra muerte es reglamentada; controlados siempre por ese sin fin de normas y mandamientos que le quedan mejor al autómata de George Meliès que a un ser humanovulnerable y sensible.
Decidir morir cuando ya no existe posibilidad de calidad de vida es casi un acto de amor propio que nadie debería negarnos, es hacer uso del “último resquicio de libertad quenos queda”, es culminar la vida sin abusar de ella, sin malgastarla, sin torturarla.
El Congreso no debería alargar más las decisiones frente a este tema, que en el uso de la poca libertad que...
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