Libertad De Prensa En Colombia
Basta mirar tres hechos que rodearon la liberación de los tres policías y del soldado el domingopasado: primero, la llamada del periodista Jorge Enrique Botero a la sede de Telesur, en Venezuela, para denunciar el sobrevuelo de aeronaves militares en el lugar y darle voz a uno de los guerrilleros que estaba coordinando la entrega de los rehenes; segundo, la presencia en ese sitio del periodista Hollman Morris; y tercero, la renuncia del Comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, al intentarsancionar el papel de los periodistas, restringiendo su acceso al aeropuerto de Villavicencio durante la llegada de la comisión humanitaria que traía al ex gobernador del Meta Alán Jara.
Estas circunstancias llevaron a que la euforia por la liberación de cinco personas retenidas por las Farc se trasladara a discutir el papel de la prensa en este tipo de procesos y, por extensión, de su papel en lasociedad. Pero creo necesario precisar que estos hechos no deben mirarse solo a través de las actitudes y decisiones que tomaron los periodistas Botero y Morris.
Intentando interpretar al periodista Botero, creo que su decisión de comunicarse con Telesur, a pesar de que había acuerdos al respecto con el Gobierno nacional, fue, considero yo, una manera de proteger la vida de todas las personasque se encontraban reunidas en el sitio de la liberación de los uniformados. Es, si se quiere, parte de la tarea humanitaria. Lo que debe reclamársele es que difunda abierta y sin ediciones las imágenes que grabó para contrastar lo dicho por el Gobierno nacional, que admitió la presencia de las aeronaves sobre el lugar en las selvas del Caguán.
Por otro lado, es importante advertir que en unpaís como Colombia, el ejercicio periodístico, cuando se hace de manera distinta al que quieren imponer los bloques ideológicos dominantes, sean económicos o políticos, siempre será cuestionable e incomodará a alguien. Para el Gobierno nacional, es inaceptable el papel que cumple Hollman Morris. Su particular manera de ver el conflicto armado lo llevó a estar en la zona y, según sus palabras, allegar al sitio de la liberación guiado por las Farc, sin saber nada de ello. Es una circunstancia que muchos juzgarán inoportuna, pero cabe resaltar que la realidad tiene múltiples claras y por cuestionable que le parezca a muchos sectores políticos, económicos y sociales, la guerrilla también es una fuente de información periodística. Así como lo siguen siendo los comandantes paramilitares, quienesincluso llevaron a marcan altos índices de sintonía y de circulación cuando fueron entrevistados por las cadenas privadas de televisión del país, los diarios y las revistas. En ese entonces, la fuerza pública no detuvo a los periodistas para reclamarles el material periodístico. Además, recuerdo que varios de esos trabajos recibieron sendos premios nacionales de periodismo.
Lo ocurrido conHollman Morris abre una discusión que el país está en mora de afrontar. Su trabajo periodístico sobre el conflicto armado plantea una ruptura a la homogeneización que rodea a los medios de información tradicionales, sujetos a presiones políticas y económicas de los bloques ideológicos dominantes que los llevan de la mano a difundir los hechos bajo sus propios enfoques, que reduce la labor informativaa unas cuantas llamadas telefónicas para hablar con fuentes oficiales.
Así lo ha querido imponer el actual Gobierno nacional, para cuyo fin ha desarrollado estrategias mediáticas que desvirtúan de manera semántica la existencia del conflicto armado. Al cada vez más riesgoso ejercicio de buscar nuevas voces para explicar la guerra, se suma la negación de realidades tan dramáticas como el...
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