Libertad de prensa
Abundé que la revuelta de la Plaza Haymarket en Chicago empezó un 1º demayo 41 años antes, con una marcha pidiendo jornada laboral de ocho horas. Tres días más tarde, una mano desconocida tiró una bomba a policías que reprimían otra pacífica manifestación. Cincoactivistas fueron sentenciados a muerte y tres se pudrieron en la cárcel. Son los Mártires de Chicago del movimiento obrero mundial. Apuesto a que lo ignoran los que prostituyen a la COB so pretexto de noser fascistas, pero que son masistas bien aceitados.
Quizá fue mi perorata sabihonda lo que despertó lo leguleyo en mi esposa, dolida tal vez por los ojos lacrimosos de una hija, que le manifestósu angustia porque un día de éstos unos encapuchados secuestren a su papi por escribir sardonias, y le acarreen de viaje turístico a La Paz. Se me puso al frente en rara esgrima verbal.
¿Cómo unoque es de izquierda se convierte en conservador?, me increpó. Le espeté que el zurdismo de la juventud empeñada en cambiar el mundo es como las paperas: pasan, pero que hay que cuidar que no bajen alas testes, porque te vuelven estéril e inclinado a ideas obsoletas. Como el rancio marxismo leninismo que, sacándose la careta, ha revelado Evo Morales haciéndose al Fidel Castro de 1961, sin curtirseen trances guerrilleros en la Sierra Maestra, sino en montoneras cocaleras en el Chapare.
Iba a afirmar que el populismo autocrático es para retroceder, no avanzar un país. Pero como mujer...
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