libertad primera y ultima
...¿Qué es precisamente lo que nos ofrece Krishnamurti? ¿Qué es lo que podemos aceptar, si nos parece bien, pero con toda probabilidad preferiremosrechazar? No se trata, como hemos visto, de un sistema de creencias, de un catálogo de dogmas, ni de un repertorio de ideas o ideales. No se trata de ningún caudillaje, ni mediación, nidirección espiritual, ni siquiera se trata de un ejemplo; ni de un ritual, ni de una iglesia, ni de un código, ni de una elevación o alguna forma de parloteo estimulador... El procesoliberador ha de comenzar con la comprensión sin opción de lo que queréis, y de vuestras reacciones ante cualquier sistema de símbolos que os diga que debéis o no debéis querer eso. Mediante estacomprensión sin opción, a medida que penetra en los estratos profundos del ‘ego’ y del subconsciente con él asociado, surgirán el amor y la mutua comprensión; pero éstos serán denaturaleza muy distinta al amor y la mutua comprensión que nosotros conocemos. Esta comprensión sin opción ‑en todo instante y en todas las circunstancias de la vida- es la única meditacióneficaz.
La autocomprensión sin opción nos lleva a la Realidad creadora, que está debajo de todas nuestras ilusiones destructivas, nos lleva a la serena sabiduría que siempre está allí apesar de la ignorancia, a pesar del conocimiento, que es meramente otra forma de la ignorancia. El conocimiento es cuestión de símbolos, y es, con demasiada frecuencia, un estorbo a lasabiduría, al descubrimiento de uno mismo de instante en instante. La mente que ha llegado a la quietud de la sabiduría “comprenderá el ser, comprenderá lo que es amar. El amor no es personalni impersonal. El amor es amor y la mente no puede definirlo ni describirlo como algo exclusivo ni inclusivo. El amor es su propia eternidad; es lo real, lo supremo, lo inconmensurable”.
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