libertad
Por tal motivo, “la relación con el adolescente debe fundamentarse en una comunicación abierta, clara y honesta. Así –asegura lamaestra Esparza-, se puede fortalecer la confianza entre ambas partes y una actitud cordial y negociadora es la mejor forma de relacionarse con los hijos, pero sin dejar de seruna autoridad que supervisa y vigila”.
Finalmente, en opinión de Eva María Esparza, los adultos también deben adaptarse a los cambios de la vida y “aceptar que loshijos tienen que crecer e independizarse, recordar que no son de su propiedad, que ya no son los niños dependientes de antes y en la medida que los padres entiendan y acepteneste hecho, permitirán que los jóvenes recorran ese camino para adquirir su propia identidad, su individualidad”.
Así, la adolescencia es una de las etapas donde sedescubre el mundo, donde los límites se abren y las posibilidades de conocer y disfrutar de cosas nuevas son el ingrediente diario de la vida. En estos años todo se puede,pero siempre debe estar al lado la figura cariñosa y responsable de los papás para guiar al joven en este camino que lo llevará hacia lo que se denomina madurez.
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