Libertad

Una historia no tiene comienzo ni fin: arbitrariamente uno elige el momento de la experiencia desde el cual uno mira hacia adelante o hacia atrás.
VERANO
Te escribo y te dejo un bezo con el sabordel fuego en el vientre, Te escribo por no perder el instante, el momento en que te pasas frío por mi nostalgia, por no dejarlo, por no olvidarme que a veces tal vez sin quererlo, me estés escuchando.Los días suceden a los días de hacer y yo pienso tantas veces no siento querer, soñar, tocar o andar si no pretendo que lo hago contigo. No veo ni en parques ni en tardes de lluvia si no como unsigno la premonición de algún encuentro ocasional que siempre vaga en torno a ti. Y así transito calles que a tú lado se me revelan para recorrer por calles, plazas y mercados, por bancas de parque quenunca nos ven.

Los edificios y calles del centro tienen un tiempo diferente al nuestro los recorridos y pasos de gente y más gente en aceras. Un metro que vive apestado y andando y siempre vuelvedonde comenzó, del mismo modo que vuelve tu ausencia a mí lado en cada sitio dónde estoy.

Veo que lugares, instantes aún guardan encuentros que no han sucedido. Momentos que siguen pendientes.Fragmentos de vida que andan por ahí del mismo encuentro ocasional que siempre transita en torno a ti. Esa es mi razón de seguir adelante, y cuando hay razones nada se cae. Ahora faltas tú.
OTOÑO
Lanevera está vacía. La alacena, llena de latas de atún y maicitos, y yo estoy en frente. En frente. Mirándolos ausentemente. Ya ves, necia me siento. Derrotada. He perdido. Lo acepto, esta vez escuché elretumbante eco del silencio de las latas que saben que, está vez, estaremos solitarias. Que será la última vez.
No tengo cartas para quemar, como otras veces, ni fotos para romper, tampococanciones para llorar, sólo un par de libros, unas cuantas miradas, y este amor inquitable que me llena de vacíos, certeros por cierto, de esta honda y pesada libertad.
He quedado sin fuerza. La valentía...