Libró juegos del hambre en llamas capitulo 1 completo
EN LLAMAS
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Los juegos del hambre II
Capítulo 1
Sujeto el termo con ambas manos, aunque el calor del té se perdió hace un rato en el aire helado. Tengo los músculos tensos de frío. Si apareciese una jauría de perros salvajes ahora mismo, no tendría muchas posibilidades de trepar a un árbol antes de que me atacasen. Tendría que levantarme, moverme y dejar que la sangrevolviese a circularme por las extremidades, pero, en vez de hacerlo, me quedo sentada, tan inmóvil como la roca que tengo debajo, mientras el alba empieza a iluminar el bosque. No puedo luchar contra el sol, sólo puedo observar con impotencia cómo me arrastra a un día que llevo meses temiendo.
A mediodía estarán todos en mi nueva casa de la Aldea de los Vencedores: los periodistas, los equiposde televisión, incluso Effie Trinket, mi antigua acompañante, recién llegados al Distrito 12 desde el Capitolio. Me pregunto si Effie seguirá llevando aquella ridícula peluca rosa o si habrá elegido otro color antinatural que lucir en la Gira de la Victoria. Habrá más gente esperando, varias personas listas para atender todas mis necesidades en el largo viaje en tren. Un equipo de preparación queme pondrá guapa para mis apariciones públicas. Mi estilista y amigo, Cinna, que diseñó los maravillosos trajes que hicieron que la audiencia se fijase en mí por primera vez en los Juegos del Hambre.
Si estuviese en mis manos, intentaría olvidar los Juegos del Hambre por completo, no hablaría nunca de ellos, fingiría que no han sido más que un mal sueño. Sin embargo, la Gira de la Victoria hace quemi deseo resulte imposible. La organizan en un momento estratégico, entre unos juegos y los siguientes, como si el Capitolio pretendiese mantener el horror vivo y cercano. En los distritos no sólo nos vemos obligados a recordar la mano de acero del poder del Capitolio una vez al año, sino que, además, nos obligan a celebrarlo. Este año yo soy una de las estrellas del espectáculo. Tendré queviajar de distrito en distrito, ponerme delante de la multitud para que me vitoree, aunque, en realidad, me odie; mirar a la cara a los familiares de los chicos a los que he matado...
El sol sigue empeñándose en salir, así que hago un esfuerzo por levantarme. Me duelen todas las articulaciones, y la pierna izquierda lleva tanto tiempo dormida que necesito pasarme unos minutos caminando para devolverlaa la vida. He estado tres horas en el bosque, pero, como no he intentado cazar, no llevaré nada de vuelta. A mi madre y a mi hermana pequeña, Prim, ya no les importa. Pueden permitirse comprar carne en la carnicería del pueblo, aunque a ninguna nos gusta más que la carne de caza. Por otro lado, mi mejor amigo, Gale Hawthorne, y su familia dependen de lo que saque hoy, y no puedo dejarlos tirados.Empiezo la hora y media de paseo que necesitaré para comprobar todas nuestras trampas. Cuando estábamos en el colegio teníamos tiempo por la tarde para mirar las trampas, cazar, recolectar vegetales y llegar a tiempo para comerciar con todo ello en el pueblo. Sin embargo, desde que Gale empezó a trabajar en las minas de carbón, como yo no tengo nada que hacer en todo el día, me encargo deltrabajo.
Gale ya habrá llegado a la mina y terminado el vertiginoso paseo en ascensor que lleva a las profundidades de la tierra, por lo que estará dándole golpes a una veta de carbón. Sé cómo es estar allí abajo. Todos los años, como parte de nuestra formación, mi clase de la escuela tenía que hacer una visita a las minas. Cuando era pequeña me resultaba desagradable: los túneles claustrofóbicos, elaire apestoso, la agobiante oscuridad que lo dominaba todo. Pero después de que mi padre y otros mineros muriesen en una explosión, apenas podía obligarme a subir al ascensor. Aquella excursión anual me producía una gran ansiedad, y en dos ocasiones me puse tan mala antes de ir que mi madre me dejó quedarme en casa, creyendo que tenía la gripe.
Pienso en Gale, que en realidad sólo se siente vivo...
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