libro de autor

ADOLESCENCIA, DROGASY
ALCOHOL
El Paidopsiquiatra evalua con frecuencia j6venes que abusai
del alcohol y las drogas. Rara vez estos jdvenes aceptan el tratamiento
de buen grado. For elcontrario, inventan todo tipo de excusas para
justificar su conducta y su "libertad" para beber.
Con frecuencia el joven inventara* historias para explicar su
aliento peculiar o sus ojoshinchados o las pupilas dilatadas. Dirt quiza",
que vi6 mucha televisi6n o que estuvo estudiando toda la noche.
La vida de un jovencito puede empezar a funcionar exclusivamente alrededor de laoportunidad de tomar un trago o usar cierta
droga. Olvidara* a menudo sus reponsabilidades ma's elementales.
Empezarin a llegar a casa reportes o avisos de la escuela, anunciando
fallasseveras o ausen t ismo constante. De pronto parece que us ted ya no
sabe nada de su hijo; ni que" hace, a qui£n visita, si estudia o no, qu6
amigos tiene, etc. Ese misterio se complica aunma's, cuando usted
empieza a notar cambios en el humor, en su actitudy en sus roles dentro
de la casa. En una etapa posterior al j6ven se le nota desarreglado y
sucio, duerme mal, comepeor, y parece distante a las pldticas, quiza*
hasta confuso o vago. Es tiempo de actuar.
En general, la mejor recomendaci6n es hablar serenamente
con su hijo. Mostrarle la sincerapreocupaci6n que se tiene por su
conducta, evitando hasta donde sea posible, las acusaciones y los
sermones. El agredir a un joven envuelto en drogas y alcohol es la mejor
manera de asegurarse quesu conducta destructiva persista.
El ver al adolescente como parte de la familia, en donde todos
deberdn encarar sus responsabilidades, y comprometerse a ayudar, es
esencial, si secontempla algun cambio definitivo hacia la salud.
La preocupaci6n por ayudar no debe ser un esfuerzo aislado,
los j6venes enviciados en el alcohol o las drogas, son problemas de toda

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