Libro "El arte de besar en la boca" de Kristin Harmel
Bueno, Emma Sullivan siempre puede enterarse más tarde. La cuestión es: ¡está en
París! Lo cual sería genial, excepto que tiene que hacer de relaciones públicas para una
de las más sexys, y locas, estrella del rock del planeta. Para empeorar más las cosas está
Gabriel Francoeur, el apuesto y cabezota reportero que se niega a creerlacuando le
dice que su cliente sólo estaba jugando a las cartas en aquella habitación de hotel con
todas esas chicas escasas de ropa...
Pero a Emma siempre le quedará París. La ciudad de la luz, del romance, de la moda y
de una inconmensurable variedad de quesos. Si una chica no puede reinventarse a sí
misma, ¡ya no hay esperanza! Es hora de dejar atrás a la antigua Emma y de
convertirse enalguien valiente, excitante y con éxito. La clase de chica que, cuando se
enfrenta a un periodista que no deja de hacer preguntas, sabe exactamente lo que debe
hacer. Después de todo, ¡no lo llaman beso francés sin motivos!
A Lauren Elkin, mi compañera de piso de París, mi gran amiga y una de las
mejores escritoras que conozco.
A todos aquellos que le han dado vida a Europa para mí, enespecial a JeanMichel Colin, David Ahern, Dusty Millar, Katharine Vincent, Jean-Marc Denis y Marco
Cassan.
Y, por supuesto, a mi maravillosa madre, quien me presentó París por primera
vez.
Agradecimientos
Quiero dar las gracias de forma especial a Lauren Elkin, mi maravillosa amiga
que despertó mi atracción por París y que me ha dejado dormir en su futón cada una
de las veces que mehan entrado ganas de volver. Además, es una magnífica escritora y
me considero una persona muy afortunada por haber recibido de ella una primera
crítica sobre este libro. También quiero agradecer a Amy Tangerine (diseñadora de las
superestrellas con un talento sin igual y una fantástica amiga) su apoyo incondicional
porque es una gran animadora y una de las personas cuya opinión sobre losprimeros
borradores más valoro. Un millón de gracias a Gillian Zucker, mi amiga de confianza a
quien admiro mucho tanto como persona como profesional (¡y quien me deja llamar a
su casa mi segundo hogar cada vez que voy a Los Ángeles!). ¡Te debo una copa (o las
que hagan falta) en Katsuya!
Gracias, como siempre, a mi madre, a Dave, a Karen, a mi padre y al resto de mi
fantástica familia. Realmentecreo que estoy emparentada con las personas más
maravillosas y cariñosas del mundo.
No sé cómo expresar mi gratitud hacia mis fabulosas editoras Karen
Kosztolnyik y Rebecca Isenberg por ayudarme a darle forma a esta novela y hacia mi
maravillosa representante Jenny Bent (y a su ayudante, Victoria Horn) por escucharme
divagar sobre todas las ideas que rondaban por mi cabeza. También quierodarle las
gracias a mi representante cinematográfico, Andy Cohen. Me hace muy feliz poder
llamarle mi amigo; a todas las personas de Hachette, en especial a Elly Weisenberg
(¡¡¡enhorabuena!!!), Emily Griffin, Caryn Karmatz Rudy, Brigid Pearson, Laura Jorstod,
Celia Johnson y Mari Okuda; y a mi editora de Reino Unido, Cat Cobain. Y, como
siempre, gracias a mi primera editora, Amy Einhorn.También me siento muy afortunada por haber conocido a algunos de los
mejores escritores del mundo. Gracias, en particular, a Sarah Mlynowski por su
generosidad tanto con su tiempo como con sus consejos; a Alison Pace por dejarme un
sofá en Nueva York en el que dormir y llevarme de paseo con la fabulosa Carlie; y a
Sarah, Alison, Lynda Curnyn y Melissa Senate por su amistad y por el apoyo que todasvosotras me habéis brindado. Gracias también a las maravillosas escritoras (y
maravillosas mujeres) Jane Porter, Laura Caldwell, Brenda Janowitz, Johanna
Edwards, Megan Crane y Liza Palmer.
Gracias a todos mis increíbles y fantásticos amigos, sobre todo a Kristen Milan,
Kara Brown, Kendra Williams, Wendy Jo Moyer, Megan Combs, Amber Draus, Lisa
Wilkes, Ashley Tedder, Don Clemence, Michelle...
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